Category Archives: Pediatria canina
Urgencias oftalmológicas en perros podemos citar varias: luxación del globo ocular, lesiones graves de párpados y/o de la conjuntiva, lesiones corneales debidas a productos irritantes o traumatismos, perforación corneal por cuerpo extraño, uveitis anterior, glaucoma, desprendimiento de retina, etc. Hablar de todas ellas extendería muchísimo el tema y ocuparía muchos artículos pero sí vamos a hablar de las más importantes ( a nuestro entender) y quizá las que aparecen con más frecuencia en la clínica.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES
Luxación del globo ocular (proptosis): La luxación del globo ocular consiste en su desplazamiento craneal, situándose por delante de los párpados y siempre se debe a causas trauméticas ( peleas, atropellos, etc.). Este problema se da con más frecuencia en las razas braquicéfalas ( bulldog, pequinés, carlino, etc.) debido a la escasa profundidad que presenta su órbita ocular y a que la apertura palpebral es bastante amplia.
¿Qué notamos si nuestro perro sufre este problema de luxación o proptosis del globo ocular? Al desplazarse el globo ocular cranealmente, los músculos que movilizan el ojo sufren desgarros o roturas y aparecerá hematomas o hemorragias que se aprecian fácilmente en la esclera ( la cápsula blanca que envuelve al ojo). La córnea puede encontarse también lesionada, tanto por el mismo traumatismo como por la exposición continuada que sufre al no estar protegida por los párpados. También pueden darse daños en el interior de las estructuras oculares y daño en el nervio óptico debido al estiramiento que sufre.
Cuanto más tiempo pase entre que se produce la lesión y se instaure el tratamiento, más grave será el pronóstico para la recuperación funcional del ojo afectado. La tensión continuada en el nervio óptico puede dañarlo de forma permanente; la córnea puede sufrir daños permanentes por falta de inervación; Puede producirse glaucoma por los daños oculares internos; puede aparecer una desviación del eje ocular (estrabismo); puede también producirse la atrofia del globo ocular, proceso conocido como ptisis bulbi.
Dependiendo del grado de lesión que se hay producido y del tiempo transcurrido desde que se produce la lesión hasta que se instaura el tratamiento, el pronóstico para la recuperación de la función ocular parcial o completa va a variar.
El tratamiento consiste en, siempre que no haya daño irreparable del globo ocular, volver a recolocarlo en su posición mediante la pertinente cirugía. Una vez recolocado el globo ocular en su posición natural se procede a instaurar el tratamiento médico correspondiente, siempre acorde con las lesiones que se presenten así como para evitar complicaciones.
En ocasiones el daño del globo ocular es muy severo y no solo hay pérdida de la visión del ojo afectado sino que ese ojo está en tanmal estado o puede originar tales complicaciones que es aconsejable la enucleación ( extirpar el ojo dañado).
Como en muchas ocasiones hemos hecho, no nos cansamos de repetiros que los problemas oculares no deben dejarse en observación para ver su evolución sino que debéis acudir con prontitud a vuestro veterinario para que se ponga remedio cuanto antes y evitemos complicaciones que puedan hacer que nuestro perro pierda la visión total o parcial del ojo afectado.
Más información sobre los ojos en los perros
Recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (www.tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para poder solucionar vuestras dudas sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de www.tuveterinario.info
La dermatofitosis, hongos. Mi perro tiene hongos.
Esta es una de las frases que se escuchan con frecuencia en la Clínica. También habréis podido escuchar esta otra: “mi perro tiene tiña”. en ambos casos estamos hablando del mismo proceso, de la enfermedad conocida por dermatofitosis.
La dermatofitosis consiste en una infección de la piel debida a unos hongos conocidos por dermatofitos. Se afectan las capas más superficiales , pelos y, a veces, las uñas de los perros.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARESHay varios agentes causantes, que sólo nombraré pues hablar de ellos no viene al caso para lo que de verdad nos interesa. Como decía, los agentes que con más frecuencia producen esta enfermedad son Microsporum canis, Microsporum gypseum y Trichophyton mentagrophytes. El más frecuente en el caso de los perros es el M. canis, que puede llegar a presentarse en un 70% de los casos de dermatofitosis.
Esta enfermedad puede afectar a perros de todas las edades aunque suele ser más frecuente su presentación en animales jóvenes, los cuales aún no tienen bien desarrollado su sistema inmune, y tamién aparece con más frecuencia en animales que sufren procesos de inmunodepresión.
Como decía al principio es esta una enfermedad contagiosa tanto para los animales como para las personas que conviven con ellos. Ese contagio se puede producir tanto por un contacto directo como a través de objetos que contengan restos de descamación y pelos infectados.
La forma de presentación de esta enfermedad es muy variada. Lo normal es que aparezca en nuestro perro una pequeña calvita redondeada, levemente inflamada y que no suele cursar con picor. Se suele presentar en la cabeza y también en los miembros. Normalmente aparece una o dos calvitas y suele ser un proceso autolimitante, lo que quiere decir que el proceso va a ir remitiendo, incluso sin tratamiento, conforme el sistema defensivo de nuestro perro se ponga en marcha.
A veces el proceso no se queda en esa calvita inicial sino que se puede generalizar extendiéndose por todo el cuerpo del perro afectado, llegando algunos casos a ser bastante graves. Hay más formas de presentación de esta enfermedad pues también puede aparecer lo que se denomina un kerion, lesión de forma circular, muy enrojecida e inflamada y que se debe a que hay una afectación más profunda de la piel con foliculitis y foruculosis.
También puede la enfermedad afectar a las uñas de nuestros perros, afección conocida por onicomicosis y que va a originar que las uñas afectadas se vuelvan frágiles y quebradizas, que se deformen, etc. y es un proceso bastante complicado de tratar y que tiende a la cronicidad.
¿Cómo sé si mi perro tiene hongos? Cuando vemos en nuestro perro, sobre todo si es un cachorrito, lesiones de tipo alopécico (calvitas), un poco enrojecidas, con cierta descamación, podemos sospechar de esto. Hay que tener en cuenta que hay multitud de formas de presentación de la enfermedad y también debemos saber que los síntomas son muy similares o idénticos a otros procesos como puede ser la sarna demodécica, foliculitis bacteriana, afecciones queratoseborreicas, etc.
No debemos olvidar que esta enfermedad puede ser contagiosa para las personas. En los seres humanos se puede manifestar con la aparición de lesiones circulares, inflamadas, enrojecidas y que pican mucho.
Cuando acudimos a nuestro veterinario de confianza, realizará un examen general de nuestro perro. Recordemos que esta enfermedad suele aparecer cuando el sistema inmune está comprometido y debemos descartar otras enfermedades que pueden ser más serias para nuestro perro que la infección por dermatofitos.
Tras el examen general se procede a realizar el estudio dermatológico y en él se suelen realizar diversas pruebas como son el uso de la lámpara de Wood, que es una lámpara de luz ulravioleta y que da lugar a la aparición de fluorescencia en el pelo de las zonas afectadas ( en algunos casos); también se hace un tricograma, estudiando el pelo para ver si se localizan alteraciones compatibles con la enfermedad o se visualizan los dermatofitos. Otra prueba es el raspado de piel, pues ya sabemos que hay otras enfermedades que originan las mismas lesiones como es el caso de la sarna demodécica. También se realizan cultivos en medios especiales para diagnóstico e identificación del dermatofito causante del proceso y, en casos más complicados, también se puede recurrir a la biopsia de la lesión.
Una vez que se confirma el diagnóstico de la dermatofitosis debemos recurrir a instaurar el tratamiento pertinente, el cual incluirá un tratamiento tópico, que a veces requiere el rasurado del animal afectado, y un tratamiento sistémico con los medicamentos que nuestro veterinario considere que se adapten mejor a nuestro caso en concreto. Recordad que debemos tratar no solo al animal afectado sino también el ambiente, es decir, no descuidemos la posible contaminación ambiental por el hongo. Así se aconseja el lavar la cama de nuestro perro, fundas de los sofás, si se sube en ellos, alfombras si las hay, etc. pues ahí pueden quedar restos contaminados que puedan dar lugar al contagio de otros animales o de alguna persona.
Nuestro veterinario seguirá la evolución del caso hasta su curación y deberemos mantener el tratamiento de nuestro perro hasta que le den el alta.
Más información sobre enfermedades de la piel en los perros
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Mi perro se ha quedado ciego. Ya comentábamos en el caso de los gatos que las causas de ceguera repentina son variadas y es muy importante llegar al diagnóstico del proceso y conocer su causa pues de ello depende el pronóstico que podamos obtener para la recuperación de la visión en nuestro animal.
El comportamiento de los perros y la forma que tenemos de interactuar con ellos es muy distinta al caso de los gatos. Es por esto que solemos darnos cuenta antes de que existe un problema en la visión de nuestros perros pues jugamos más con ellos, los sacamos de paseo a la calle y así es más fácil apreciar la presencia de estos trastornos.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARESLa ceguera puede presentarse de forma más o menos repentina o, al menos, así lo apreciamos nosotros. Puede ocurrir que nuestro perro lleve un tiempo perdiendo visión pero, como aún conserva parte de lla, no apreciemos nada en ese momento hasta que la pérdida ya es bastante significativa o completa.
Causas de pérdida de visión hay muchas y entre ellas podemos citar las traumáticas ( golpes, disparos, etc.); tóxicas; causas inflamatorias; causas infecciosas y parasitarias; problemas metabólicos y endocrinos; problemas circulatorios; etc.
Como vemos son muchas las causas de ceguera. A veces es más fácil detectar un problema ocular que puede llevar a ceguera como es el caso de traumatismos, presencia de cataratas, aumento del tamaño ocular (buftalmos) como en los casos de glaucoma, etc.
Otras veces no se aprecia nada externamente y sólo notamos que nuestro perro ha perdido visión pues está desorientado, choca con objetos, está reticente a salir, etc. Al igual que pasaba en los gatos, es frecuente que los propietarios nos comenten que notan que los ojos de su perro brillan más. Esto se debe a que en ciertos casos de ceguera se produce midriasis ( dilatación de la pupila) y entonces se aprecia con más claridad el reflejo de la luz en el fondo ocular.
Cuando notemos algo extraño en los ojos de nuestros perros debemos acudir con prontitud a nuestro veterinario de confianza. Recordad que hay enfermedades muy serias que pueden llevar a la ceguera permanente de forma muy rápida y se podría evitar con una asistencia temprana.
Decíamos que hay muchas causas de ceguera en nuestros peros. Unas radican en la córnea ( queratitis severas en sus diversas manifestaciones y orígenes, etc.); otras en cristalino ( cataratas diabéticas por ejemplo); en iris ( ciertas neoplasias, etc.); en capas más profundas del ojo, como por ejemplo un desprendimiento de retina; a nivel del nervio óptico, etc.
Debemos tener siempre en cuenta que existen enfermedades sistémicas que tienen repercusión en los ojos y, por tanto, en la visión de nuestros animales. Así, el caso por ejemplo de una hipertensión arterial puede originar un desprendimiento de retina (afección del ojo) pero el origen del problema no está en el ojo como tal.
Cuando se lleva a nuestro perro con problemas de visión a la consulta, el veterinario realizará un examen general del animal para ver cómo se encuentra su estado de salud y luego se procede al estudio de los ojos y de su capacidad visual. Se procede a valorar reflejos como el de amenaza, el parpadeo, el seguimiento de objetos, la respuesta a la luz directa, valoración de la presión ocular, producción lacrimal, estudio oftalmoscópico, ecografía, retinografía, electroretinografía, resonancia, tomografía, etc. Según los casos se requerirá realizar las pruebas diagnósticas que precise el veterinario para llegar al diagnóstico del problema.
Junto a los estudios de los ojos ya hemos comentado que se hace un examen general de nuestro animal y es preciso realizar para ello pruebas complementarias tales como radiografías, electrocardiograma, ecocardiografía, analíticas de sangre y orina, etc. en busca de la causa original del problema.
Una vez que se llega al diagnóstico del problema y de su causa se procederá a instaurar el pertinente tratamiento tanto para la causa ( pongamos por ejemplo el tratamiento de una hipertensión arterial debida a enfermedad cardiaca o renal. Habrá que tratar ese corazón o ese riñón, tratar la hipertensión y poner tratamiento para el desprendimiento de retina que produce).
El tratamiento de la ceguera en el perro dependerá de su causa y de si la lesión producida en los ojos o la afectación neurológica es reversible. Se instaurará tratamiento médico y, en determinados casos, quirúrgico, siempre y cuando existan posibilidades reales de poder conservar la poca visión que mantenga nuestro perro o conseguir solucionar el problema. Si por ejemplo operamos un perro de cataratas y hay lesión a nivel del nervio óptico o de la retina y no son funcionales, por mucho que se extraigan las cataratas nuestro perro va a seguir ciego. Es por esto por lo que aconsejamos que SIEMPRE que se planteee una cirugía ocular se haga un estudio completo del ojo para ver si la función visual se mantiene.
Los estudios más habituales se suelen realizar en la clínica normal pero los más especializados requieren el uso de aparatos y medios más avanzados y sólo se realizan por veterinarios especializados en oftalmología en centros de referencia.
Más información sobre este tema.
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La dermatofitosis, hongos. Mi perro tiene hongos.
Esta es una de las frases que se escuchan con frecuencia en la Clínica. También habréis podido escuchar esta otra: “mi perro tiene tiña”. en ambos casos estamos hablando del mismo proceso, de la enfermedad conocida por dermatofitosis.
La dermatofitosis consiste en una infección de la piel debida a unos hongos conocidos por dermatofitos. Se afectan las capas más superficiales , pelos y, a veces, las uñas de los perros.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARESHay varios agentes causantes, que sólo nombraré pues hablar de ellos no viene al caso para lo que de verdad nos interesa. Como decía, los agentes que con más frecuencia producen esta enfermedad son Microsporum canis, Microsporum gypseum y Trichophyton mentagrophytes. El más frecuente en el caso de los perros es el M. canis, que puede llegar a presentarse en un 70% de los casos de dermatofitosis.
Esta enfermedad puede afectar a perros de todas las edades aunque suele ser más frecuente su presentación en animales jóvenes, los cuales aún no tienen bien desarrollado su sistema inmune, y tamién aparece con más frecuencia en animales que sufren procesos de inmunodepresión.
Como decía al principio es esta una enfermedad contagiosa tanto para los animales como para las personas que conviven con ellos. Ese contagio se puede producir tanto por un contacto directo como a través de objetos que contengan restos de descamación y pelos infectados.
La forma de presentación de esta enfermedad es muy variada. Lo normal es que aparezca en nuestro perro una pequeña calvita redondeada, levemente inflamada y que no suele cursar con picor. Se suele presentar en la cabeza y también en los miembros. Normalmente aparece una o dos calvitas y suele ser un proceso autolimitante, lo que quiere decir que el proceso va a ir remitiendo, incluso sin tratamiento, conforme el sistema defensivo de nuestro perro se ponga en marcha.
A veces el proceso no se queda en esa calvita inicial sino que se puede generalizar extendiéndose por todo el cuerpo del perro afectado, llegando algunos casos a ser bastante graves. Hay más formas de presentación de esta enfermedad pues también puede aparecer lo que se denomina un kerion, lesión de forma circular, muy enrojecida e inflamada y que se debe a que hay una afectación más profunda de la piel con foliculitis y foruculosis.
También puede la enfermedad afectar a las uñas de nuestros perros, afección conocida por onicomicosis y que va a originar que las uñas afectadas se vuelvan frágiles y quebradizas, que se deformen, etc. y es un proceso bastante complicado de tratar y que tiende a la cronicidad.
¿Cómo sé si mi perro tiene hongos? Cuando vemos en nuestro perro, sobre todo si es un cachorrito, lesiones de tipo alopécico (calvitas), un poco enrojecidas, con cierta descamación, podemos sospechar de esto. Hay que tener en cuenta que hay multitud de formas de presentación de la enfermedad y también debemos saber que los síntomas son muy similares o idénticos a otros procesos como puede ser la sarna demodécica, foliculitis bacteriana, afecciones queratoseborreicas, etc.
No debemos olvidar que esta enfermedad puede ser contagiosa para las personas. En los seres humanos se puede manifestar con la aparición de lesiones circulares, inflamadas, enrojecidas y que pican mucho.
Cuando acudimos a nuestro veterinario de confianza, realizará un examen general de nuestro perro. Recordemos que esta enfermedad suele aparecer cuando el sistema inmune está comprometido y debemos descartar otras enfermedades que pueden ser más serias para nuestro perro que la infección por dermatofitos.
Tras el examen general se procede a realizar el estudio dermatológico y en él se suelen realizar diversas pruebas como son el uso de la lámpara de Wood, que es una lámpara de luz ulravioleta y que da lugar a la aparición de fluorescencia en el pelo de las zonas afectadas ( en algunos casos); también se hace un tricograma, estudiando el pelo para ver si se localizan alteraciones compatibles con la enfermedad o se visualizan los dermatofitos. Otra prueba es el raspado de piel, pues ya sabemos que hay otras enfermedades que originan las mismas lesiones como es el caso de la sarna demodécica. También se realizan cultivos en medios especiales para diagnóstico e identificación del dermatofito causante del proceso y, en casos más complicados, también se puede recurrir a la biopsia de la lesión.
Una vez que se confirma el diagnóstico de la dermatofitosis debemos recurrir a instaurar el tratamiento pertinente, el cual incluirá un tratamiento tópico, que a veces requiere el rasurado del animal afectado, y un tratamiento sistémico con los medicamentos que nuestro veterinario considere que se adapten mejor a nuestro caso en concreto. Recordad que debemos tratar no solo al animal afectado sino también el ambiente, es decir, no descuidemos la posible contaminación ambiental por el hongo. Así se aconseja el lavar la cama de nuestro perro, fundas de los sofás, si se sube en ellos, alfombras si las hay, etc. pues ahí pueden quedar restos contaminados que puedan dar lugar al contagio de otros animales o de alguna persona.
Nuestro veterinario seguirá la evolución del caso hasta su curación y deberemos mantener el tratamiento de nuestro perro hasta que le den el alta.
Más información sobre enfermedades de la piel en los perros
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Mi perro tiene cataratas. La presencia de opacidad en el cristalino es una de las causas más frecuentes de visita a la clínica de oftalmología veterinaria. Ante todo es imprescindible distinguir entre lo que se conoce por esclerosis nuclear senil y una verdadera catarata.
La esclerosis nuclear senil es un proceso muy frecuente que se produce en el cristalino de los perros de edades superiores a los siete u ocho años. Se produce un endurecimiento del núcleo del cristalino, proceso conocido por esclerosis, y se presenta esa leve opacidad. Este proceso no origina la pérdida de la visión, tal y como sí se produce en las cataratas.
Las cataratas consisten en la opacidad de la lente del ojo (cristalino) que llega a impedir la visualización del fondo ocular, o lo que es lo mismo, el paso de la luz a su través, originando pérdida progresiva de la visión del ojo afectado.
Las cataratas se pueden clasificar de diversas maneras. Así tenemos las hereditarias y las adquiridas. Las cataratas hereditarias se presentan debido a defectos genéticos y son bilaterales, esto es, afectan a los dos ojos. Suelen aparecer a tempranas edades.
Las cataratas adquiridas son aquellas cuyo origen tiene una causa nutricional, metabólica, inflamatoria, tóxica, etc. Suelen presentarse a edades comprendidas entre los uno y seis años. En relación con esto hay una pregunta que está entre las más formuladas en la visita a la clínica: ¿Se quedan los perros ciegos si toman azúcar? El motivo de esta pregunta es que uno de los síntomas más característicos de la diabetes es la aparición de cataratas, las cuales al evolucionar llevan a la ceguera del perro. Los perros, si toman azúcar, no se quedan ciegos pero, si el perro es diabético, es un riesgo que está presente.
Hay más clasificaciones de las cataratas pero, estas clasificaciones solo interesan a título clínico y no a otros niveles.
Las cataratas que se presentan en los animales viejos, cataratas seniles, suelen presentarse a partir de edades geriátricas, por encima de los ocho años y suelen presentarse tras el diagnóstico de cristalino senil.
Las cataratas tienen una evolución y así podemos hablar de cataratas incipientes, que empiezan a producirse; estas evolucionan a cataratas inmaduras, maduras e hipermaduras, aumentando paulativamente el grado de opacidad y, por tanto, imposibiltando el paso de la luz y, con ello, disminuyendo progresivamente la capacidad visual del perro hasta alcanzar la ceguera del o los ojos afectados.
¿Cómo sabemos si nuestro perro tiene cataratas? Si notamos que nuestro perro adquiere un color blanquecino, no en la capa superficial ( tal y como comentábamos en el artículo anterior) sino en su interior, podemos estar frente a un cristalino senil o frente a una catarata. Será nuestro veterinario quie, tras examinar el estado general de nuestro perro y realizando un exhaustivo examen del ojo quien llegue al diagnóstico del proceso que afecta a nuestro perro.
En esa exploración del perro se verá su estado general, se realizará un análisis sanguíneo (hay enfermedades sistémicas que tienen manifestaciones oculares, caso de la diabetes) y luego se estudian los ojos.Es muy importante no ceñirse al estudio del ojo que se encuentra afectado aparentemente pues el otro también puede estarlo aunque en menos grado ( no se aprecia a simple vista pero sí en un examen ocular).
Una vez diagnosticado el proceso causante de la catarata se procederá a instaurar el tratamiento pertinente. Normalmente el tratamiento de las cataratas es quirúrgico, extirpando el cristalino afectado e implantando una lente intraocular. Es muy importante tener controlada la causa que ha producido la catarata ( por ejemplo una diabetes) y, por supuesto, realizar un completo estudio que certifique la capacidad visual del ojo parta asegurarnos de que el perro volverá a ver una vez que se extirpa la catarata ( no hay nada más deprimente que operar a un perro de cataratas y que siga sin ver debido a que hay otras lesiones en los componentes del ojo que producen ceguera).
Hay diversas técnicas para el tratamiento quirúrgico de las cataratas pero será el cirujano oftalmólogo el que decida cual aplicar dependiendo de una serie de criterios que incluyen: posibilidad técnica, tipo de catarata, criterios económicos, etc.
Recordad que las cataratas son un proceso muy frecuente en nuestros perros, que debemos diferenciarlas del cristalino senil y que, normalmente, su tratamiento es quirúrgico.
Más información sobre las cataratas
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Veterinaria: La gastritis en perros.
Las gastritis son causas importantes de vómito en el perro y el gato. Un diagnóstico de gastritis se hace sobre la base del examen histológico de biopsias gástricas. La causa de estos hallazgos histológicos rara vez se determina, y en ausencia de objetos extraños y de infección fúngica, usualmente se ha atribuido a intolerancia o alergia alimentaria, parásitos o a reacción a antígenos bacterianos. El reciente redescubrimiento de las bacterias gástricas espiraladas en perros y gatos puede ayudar a clarificar esta situación. Al momento, la relación de las especies de Helicobacter con la inflamación gástrica en perros y gatos no está resuelta.
El descubrimiento de la asociación de Helicobacter pylori con gastritis, úlceras pépticas y neoplasias gástricas ha llevado a cambios fundamentales en la comprensión de la enfermedad gástrica en humanos. Las investigaciones de las relaciones de la enfermedad gástrica con Helicobacter spp. en otros animales ha resultado en el descubrimiento de H. mustelae en hurones con gastritis y úlceras pépticas, H. acinonyx en chitas con gastritis severa y H. heilmannii en cerdos con úlcera gástrica. La presencia de organismos gástricos semejantes a Helicobacter (HLO) en el estómago de perros y gatos ha sido conocida por muchos años, pero la relación de esos organismos con las enfermedades gástricas está sin resolver, con inflamación acompañando a la infección en algunos pero no en todos los animales infectados.
Helicobacter son bacterias con forma espiral o curva, a veces cocoide, gram negativas, que ocupan las glándulas, células parietales y mucus del estómago. Los numerosos HLO gástricos en perros y gatos son morfológicamente indistinguibles al microscopio de luz, donde se ven como amplios espirales 5-12 µm de longitud, pero han sido clasificados dentro de diversas especies de Helicobacter sobre la base de secuenciación de 16s rRNA, hibridación de DNA y la apariencia en el microscopio electrónico. H. felis, H bizzozeronii, H. salomonis, H. heilmannii (también llamado Gastrospirilium hominis), H. bilis y Flexispira rappinii han sido hallados en la mucosa gástrica de los perros, y H. felis, H. heilmannii y H. pylori en el estómago de los gatos. A pesar de su importancia en las personas, hay poca información sobre la relación deHelicobacter con enfermedades gástricas en perros y gatos. Si bien está asociado generalmente con el estómago, varias especies de Helicobacter, como H. canis, H. bilis y H. hepaticus, pueden colonizar selectivamente el duodeno, el tracto gastrointestinal inferior y el hígado.
Prevalencia
Estudios recientes sugieren una alta prevalencia de infección gástrica por Helicobacter en perros y gatos. GATOS: 86% de gatos tomados al azar, 41-60% de gatos clínicamente sanos y 57-76% de gatos infectados con vómitos. PERROS: 67-86% de perros clínicamente sanos, 74-80% de perros presentados para la investigación de vómitos recurrentes y 100% de beagles clínicamente sanos infectados experimentalmente.
Patogenicidad
La gastritis aguda y crónica son consideradas causas importantes de vómito en el perro y el gato. Un diagnóstico de gastritis se hace sobre la base del examen histológico de biopsias gástricas, con varias subclasificaciones de gastritis basadas en el tipo de inflamación y la presencia de atrofia o hipertrofia de la mucosa o muscular. La causa de estos hallazgos histológicos rara vez se determina, y en ausencia de objetos extraños y de infección fúngica, usualmente se ha atribuido a intolerancia o alergia alimentaria, parásitos o a reacción a antígenos bacterianos. El reciente redescubrimiento de las bacterias gástricas espiraladas en perros y gatos puede ayudar a clarificar esta situación. Al momento, la relación de las especies de Helicobacter con la inflamación gástrica en perros y gatos no está resuelta, con inflamación acompañando a la infección en algunos pero no en todos los sujetos. Experimentos para determinar la patogenicidad deHelicobacter spp. en perros, han demostrado gastritis, proliferación de folículos linfoideos y respuesta inmune humoral después de la infección de perros gnotobióticos con H. felis y H. pylori. De todos modos, los signos clínicos de gastritis estuvieron ausentes en esos perros infectados experimentalmente. Está claro que el estado actual de conocimiento con respecto a Helicobacter asociado a gastritis en perros y gatos es pobre y se necesitan muchas más evaluaciones experimentales y clínicas para determinar su rol en la gastritis en pequeños animales.
Potencial zoonótico
La prevalencia aparentemente alta de Helicobacter spp. en perros y gatos, y particularmente el reciente aislamiento de H. pylori de un grupo de gatos de laboratorio, aumenta la posibilidad de que mascotas familiares puedan servir como reservorio para la transmisión de Helicobacter spp. a las personas. Por cierto, un caso reportado recientemente ha sugerido la transmisión de Helicobacter spp. de las mascotas al hombre. No obstante, no pueden hacerse en este momento planteos claros sobre el potencial zoonótico de perros y gatos a sus dueños, ya que la transmisión directa no ha sido demostrada y la prevalencia de la infección con Helicobacter spp. de significancia zoonótica en la población canina no es conocida.
Diagnóstico clínico
El vómito y la gastritis (la cual puede ser subclínica) son consideradas como las principales manifestaciones de infección con Helicobacter spp. gástricos en perros y gatos. Cuando el problema es el vómito, la aproximación diagnóstica se centra en descartar causas infecciosas, parasitarias, dietéticas, tóxicas, metabólicas y causas no gastrointestinales de vómito, sobre la base de la anamnesis, el examen clínico, análisis de laboratorio y radiografías o ecografías. La endoscopía se usa para investigar causas gástricas y de intestino proximal de vómitos. La apariencia endoscópica del estómago de animales con gran número de Helicobacter spp. está caracterizada en forma variable, por la presencia de grandes cantidades de mucus y erosiones en la superficie mucosa, que aparecen en relación a los folículos linfoideos. El diagnóstico de Helicobacter spp. se obtiene generalmente por su demostración en biopsias gástricas.
Evaluación de biopsias gástricas
A fin de detectar Helicobacter spp. las biopsias gástricas generalmente se someten a pruebas de ureasa, examen de improntas, cultivo microbiológico y evaluación histológica con H&E o tinción plata. En mi experiencia, la evaluación de improntas es el más sensible de estos métodos para detectar Helicobacter spp. gástricos. La evaluación de la producción de ureasa por biopsias endoscópicas es empleada comunmente como prueba tamiz rápida. Esta prueba se basa en la producción bacteriana de ureasa en biopsias gástricas ( más apta para Helicobacter spp.) por generar amonio de urea y causar un cambio de pH en una solución indicadora (rojo a rosa). El tiempo tomado para el cambio de color está relacionado con el número de bacterias presentes en la biopsia. La prueba de ureasa debe ser evaluada dentro de las tres horas, y algunos sugieren luego de 24 horas de incubación de la biopsia. La histopatología, utilizando H&E, se puede usar para demostrar organismos espiralados grandes en el mucus gástrico. Las tinciones con plata permiten la detección de menores números de bacterias que la H&E y permite distinguirlas más fácilmente de la mucosa, especialmente en las glándulas y células parietales (las bacterias aparecen como espirales negros sobre un fondo marrón claro). Para especificar el tipo de Helicobacter también pueden hacerse tinciones con plata; H. felis, H. bizzozeronii, H. salomonis y H. heilmannii son espirales gástricos grandes que van desde 5 a 10 µm mientras que H. pylori es menor (2-4 µm) y puede estar presente en formas cocoideas. El microscopio electrónico puede usarse para una especificación más definitiva de Helicobacter en biopsias de perros y gatos (basado en la presencia o ausencia de espirales o flagelos polares). La PCR y la hibridación in situ son herramientas que se descubrieron para permitir la identificación específica de los organismos en las biopsias gástricas.
Diagnóstico no invasivo
La medición de anticuerpos circulantes (IgG) contra H. pylori es un medio de diagnóstico no invasivo sensible y específico de infección con Helicobacter en humanos y ha facilitado la investigación de la prevalencia y la identificación de factores de riesgo de infección. También se ha demostrado una respuesta humoral a Helicobacter spp. gástricos en perros y gatos después de la infección natural y experimental, pero esto todavía no ha sido llevado a una aplicación clínica. La producción de ureasa por Helicobacter spp. también ha sido usada como base de una prueba instantánea con un isótopo de carbono marcado para el diagnóstico no invasivo, o para determinar los efectos del tratamiento en humanos, perros y gatos con Helicobacter. Los reportes iniciales sugieren que esta prueba permitirá la discriminación de perros y gatos infectados y no infectados.
Tratamiento
La ausencia general de conocimiento de la patogenicidad de Helicobacter spp. gástricos, ha significado que los veterinarios hagan frente al dilema de tratar o ignorar las bacterias espiraladas observadas en las biopsias de pacientes con vómito crónico y gastritis. Visto desde su patogenicidad en humanos, hurones, chitas y ratones, parecería prudente que se intente la erradicación de Helicobacter spp. gástricos previo a la iniciación del tratamiento con agentes inmunosupresores para controlar la gastritis. Los protocolos de tratamiento actuales están basados en aquellos hallados efectivos en humanos infectados con H. pylori. Un tratamiento experimental no controlado de perros y gatos con gastritis y Helicobacter mostró que los signos clínicos fueron altamente sensibles al tratamiento con una combinación de antibióticos y antagonistas H2. La amoxicilina (20 mg/kg PO, dos veces por día, 14 días), metronidazol (20 mg/kg PO, dos veces por día, 14 días) y famotidina (0,5 mg/kg PO, dos veces por día, 14 días) en perros, y claritromicina (30 mg PO, dos veces por día, 4 días), metronidazol (30 mg PO, dos veces por día, 4 días), ranitidina (20 mg PO, dos veces por día, 4 días) y bismuto (40 mg PO, dos veces por día, 4 días) en gatos, son combinaciones que han sido rigurosamente evaluadas. La evaluación de biopsias gástricas a los tres días (perros) o diez días (gatos) revelaron que 6/8 perros y 11/11 gatos estaban libres de Helicobacter, no obstante 8/8 perros y 4/11 gatos fueron hallados infectados a los 28 días (perros) o 42 días (gatos) después de terminada la terapia antimicrobiana.
Fuente de información:
http://argos.portalveterinaria.com/
Yorkshire terrier:
Celo y apareamiento
La pubertad se define como el inicio de la capacidad reproductiva, que se caracteriza por la entrada en celo de la perra por primera vez.
El primer celo está condicionado por la edad y por la raza de la perra
Por lo general, la perra entra en celo por vez primera cuando esta alcanza, aproximadamente, dos tercios de su peso final adulto.
Las razas pequeñas (Yorkshire Terrier, Shih-Tzu…) suelen tener el primer celo entre los seis y los ocho meses de edad.
En las razas grandes (como el Gran Danés, por ejemplo), puede no llegar hasta que la hembra no tiene entre 12 y 20 meses de edad.
En las razas medianas (Spaniel Bretón, Beagle…), se produce una situación intermedia (entre los 8 y los 12 meses de edad).
No obstante, estos intervalos no son exactos.
¿Es fácil reconocer el primer celo?
El primer celo es frecuentemente más breve que los demás.
A menudo, la perra muestra pocos signos clínicos (pequeña pérdida de sangre, poca atracción por los machos…), lo que a veces se conoce como un “celo silencioso”.
Debido a la inexactitud de este método, si una perra joven no parece entrar en celo, puede que lo haya hecho pero que haya pasado inadvertido.
Lo primero que el veterinario examinará es el tamaño de la vulva, ya que esta aumenta considerablemente de tamaño si la perra ha estado en celo.
«Falso» celo
Las perras jóvenes tienen una mayor probabilidad de mostrar “celos disociados” o “falsos celos” durante la pubertad.
Estas pueden, primero, entrar en celo, e incluso aceptar aparearse, pero el proceso es interrumpido de forma repentina, sin que se produzca, normalmente, la ovulación. A los pocos días o semanas, la perra entra en celo de nuevo pero esta vez, normalmente, sí se produce la ovulación.
Se creía que este fenómeno ponía en peligro el futuro reproductivo de la hembra pero, de hecho, este no tiene ninguna incidencia en su futura fertilidad.
¿Es aconsejable aparear a la hembra durante su primer celo?
Varios investigadores han descubierto que la fertilidad máxima no se alcanza hasta el segundo o, incluso, hasta el tercer o cuarto celo, es decir, hasta los tres años aproximadamente, independientemente de la raza.
En las hembras, es importante diferenciar entre pubertad (la capacidad de ovular) y nubilidad (la capacidad de llevar a término la gestación y parir) debido a que puede resultar peligroso para la hembra quedarse preñada durante su primer celo, ya que el canal de nacimiento aún no se ha desarrollado del todo.
La mayoría de países con intereses en la cría de perros exigen una edad mínima para que las perras con pedigrí tengan su primera camada.
El ciclo estral de las perras
Reproducción animal: Ciclo estral en perros
En las perras el ciclo estral se da por la repetición sucesiva de cuatro fases: Proestro, estro, diestro y anestro.
El ciclo de la perra presenta diferentes etapas:
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Proestro:
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Tiene una duración de entre 4 y 15 días, con un promedio de 9 días. Va desde que comienza el sangrado hasta que la hembra se deja servir. Se observan pérdidas sanguinolentas por vulva, los labios vulvares se agrandan y endurecen. Algunas perras tienden a orinar con mas frecuencia y otras a escapar o insistir en sus paseos habituales. La hembra atrae a los machos debido a la presencia de feromonas que estimulan los receptores olfatorios del macho, permite que la huelan pero no se deja servir. Es decir, el macho que detecta la presencia del celo intenta montarla pero ella lo aleja a través de gruñidos, en muchas ocasiones intenta morder al macho y se cubre la zona gentital.
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Estro:
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La duración de esta etapa es variable 5 -10 días. El comienzo del estro o celo propiamente dicho lo marca la aceptación del macho por parte de la hembra. El sangrado continua, aunque menos intenso, la vulva se presenta con mayor edema y mas blanda, en esta etapa la hembra es fértil, de modo tal que si es servida seguramente quedará preñada., pasado este momento volverá a rechazar al macho. La perra con frecuencia exhibe inquietud, en algunas ocasiones presenta anorexia o polifagia, presenta polidipsia y orina con mayor frecuencia.
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Diestro:
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En promedio dura 60 días. Este es el período sucesivo al celo. Algunas hembras están más tranquilas y engordan. En caso de la que la hembra no haya sido servida, es muy probable que cargue de leche sus mamas, anide objetos como si fueran sus cachorros, los transporte y les de calor, es decir, desarrolle una pseudogestación. Es un período de reposo sexual, no hay cambios hormonales, la hembra no presenta síntomas particulares ni tampoco alteraciones en el comportamiento. En caso de que la hembra servida esté preñada en este periodo se dará la gestación, el parto y la lactancia.
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Anestro:
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Va desde que finaliza el diestro hasta el próximo celo. En esta etapa no hay manifestaciones reproductivas de ningún tipo. El anestro es el periodo comprendido entre dos ciclos de actividad sexual, aquí la perra no muestra interés por los machos, ni los machos son atraídos por las hembras.
Etología Clínica
¿QUE ES LA ETOLOGÍA CLÍNICA?
¿EN QUE NOS PUEDE AYUDAR?
La etología es una especialidad veterinaria que estudia el comportamiento de los
animales; por su parte, la etología clínica estudia el comportamiento de nuestros
queridos animales de compañía, en concreto de perros y gatos. Los objetivos de la
etología clínica son diagnosticar, tratar y prevenir los problemas de conducta de
nuestros animales.
¿Qué entendemos por un problema de conducta?
Se consideran problemas de comportamiento todas las conductas problemáticas que ponen en peligro la relación de convivencia entre los propietarios y sus mascotas. Pueden abarcar desde las conductas provocadas por patologías o problemas orgánicos, hasta aquellas conductas normales de la propia especie que, debido a nuestras normas sociales, resultan molestas para los propietarios.
¿Son frecuentes los problemas de conducta?
De hecho, los estudios indican que hasta un 90% de los perros han mostrado
alguna vez una conducta problemática, pero que sólo el 25% de los propietarios cree
que la conducta es lo suficientemente importante como para tener que resolverla.
¿Cuáles son los problemas más comunes?
- En perros, las conductas que más se aprecian son COMPORTAMIENTOS
AGRESIVOS, muy seguido de conductas destructivas y/o ladridos excesivos que, junto
a eliminaciones inadecuadas (micciones y defecaciones), podrían ser los síntomas de
ANSIEDAD POR SEPARACIÓN. También nos encontramos con MIEDOS y
conductas compulsivas. - En gatos se observa con mucha más frecuencia los problemas de
ELIMINACIONES INADECUADAS y, en menor porcentaje, los de agresividades.
Como es bien sabido por los propietarios de gatos, el estrés puede jugar un papel muy
importante en estos problemas de comportamiento.
Debemos concienciarnos de que la gran mayoría de conductas problemáticas
tienen solución y, en próximos artículos, intentaré abordar uno a uno los diferentes
problemas de comportamiento con los que nos podemos encontrar. Para ello, os invito a
escribirme y comentarme vuestros casos, sobre los que iré tratando de explicar tanto las
causas y el tratamiento como la forma de prevenirlos pues, hay que tener en cuenta que
en España, los problemas de comportamiento son la principal causa de sacrificios o
abandonos de perros y gatos.
Para terminar os dejo con una reflexión…
1. Una buena educación previene malas conductas.
2. Una mala conducta solucionada a tiempo evita un problema.
3. Un problema tratado a tiempo tiene una mejor solución.
¿En qué punto estás y en cuál te decidirás a actuar?
Fuente de informacion Celeste Roig GarcíaLicenciada en Veterinaria
Máster en Etología Clínica
La importancia de una correcta desparasitación canina.
Los animales con los que convivimos pueden albergar parásitos tanto externos como internos. Por eso es muy recomendable que periódicamente desparasitemos a nuestros animales con los productos adecuados.
Parásitos Internos.
Estos parásitos como su nombre indica viven en el interior del cuerpo. Aunque pueden tener otras localizaciones, principalmente los encontramos en los intestinos.
Se pueden dividir en 2 grupos:
Vermes Planos o Cestodos:
También se conocen con el nombre de Tenias. Entre las más comunes tenemos: Dipylidum caninum, Taenia hydatigena, Echinococcus granulosus…
Vermes Redondos:
Trichuris, Strongylus, Ascaris, Toxocara, Ancylostoma…
Los animales parasitados pueden mostrar o no síntomas de enfermedad.
En el caso de cachorritos muy parasitados, éstos pueden provocar graves diarreas, carencias nutritivas, nerviosismo, etc… además de ser un foco de contagio para otros animales y personas.
Los huevos de estos parásitos son eliminados con las heces del animal y es por esta vía por la que pueden contagiar al ser humano.
De ahí la gran importancia de la desparasitación interna en nuestros animales de compañía sobretodo si conviven con niños pequeños, los cuales suelen jugar en el suelo, en la tierra, y a veces no se lavan las manos antes de meterlas en la boca.
Actualmente hay en el mercado diferentes productos destinados a este fin. Consulte con su Veterinario.
Parásitos Externos.
Como su nombre indica estos parásitos viven en el exterior del cuerpo. Los que más nos preocupan son: Las pulgas, las garrapatas y los mosquitos. .
Las pulgas, además de ser molestas para el animal, también pueden “picar” a las personas, en las cuales producen unos granitos muy pruriginosos. Además en animales alérgicos a la picadura de pulga pueden provocar graves problemas de dermatitis difícil de controlar en algunos casos. Las pulgas no siempre se encuentran en el animal. Muchas veces las podemos encontrar en grietas, alfombras, moquetas, en el sofá, en la cama….. y saltan al animal o a la persona para alimentarse( de sangre). Además cada pulga adulta pone al dia cientos de huevos que al cabo de un tiempo se transforman en nuevas pulgas.
Podemos encontrarlas en cualquier época del año.
El tratamiento frente a una infestación por pulgas se puede hacer desde 3 frentes:
Antiparasitario externo: En forma de spray, pipetas, champú, etc… para eliminar las pulgas del animal.
Desinfección del entorno del animal: Se aconseja aspirar toda la casa, incidiendo en las alfombras, rincones, en los sofás, etc…
Y a continuación utilizar un antiparasitario ambiental de venta en tiendas de animales y clínicas veterinarias.
Administrar 1 vez al mes vía oral un producto destinado a inhibir el crecimiento del parásito. Esta sustancia al ser ingerida por el animal, pasa a la sangre y a su vez al ser ingerida por la pulga adulta hace que ésta no se pueda reproducir.
Las garrapatas, además de resultar desagradables a la vista humana y de producir molestias en el animal como dermatitis, prurito, etc…. También pueden transmitirles y transmitirnos graves enfermedades.
Las garrapatas las vemos sobretodo entre primavera y otoño pero hay zonas donde pueden aparecer todo el año.
Es conveniente al menos a partir de la primavera, proteger a nuestros animales de estos parásitos colocándoles collares, pipetas o sprays para tal uso y renovarlos durante la época de riesgo.
La picadura de los mosquitos nos interesa desde el punto de vista de que hay un tipo de ellos que pueden transmitirles a nuestros animales la temidas Leishmaniosis y Filariosis.
Podemos evitar su picadura con estos consejos:
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Evitar pasear a los animales al amanecer y anochecer desde la primavera hasta el otoño.
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Colocar telas mosquiteras en ventanas y puertas.
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Colocar en los enchufes “ahuyenta mosquitos”.
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Utilizar en el ambiente aceites esenciales repelentes de mosquitos como la citronella, geranio, lavanda, et…
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Colocarle al animal pipetas o collares de productos insecticidas destinados a tal fin (hay varios productos en el mercado).
Para tener a nuestro animal en perfectas condiciones de salud y/o higiénicas es recomendable desparasitarle internamente al menos 4 veces al año y externamente con la periodicidad que marque el producto utilizado. Consulte con su veterinario.
Cuando y como desparasitar a mi perro.
Cachorros:
Han de ser desparasitados frente a lombrices intestinales y, en algunos casos, frente a parásitos protozoos (que afectan más a cachorros que a adultos debido a la inmadurez de su sistema inmune) antes de comenzar la vacunación y, según el riesgo de parasitación que haya, se harán desparasitaciones sucesivas durante las primeras vacunaciones. Una vez finalizadas éstas, se seguirá la misma pauta que la recomendada para adultos.
Frente a parásitos externos habrá que asegurarse de que se ponen productos no tóxicos para ellos.
Adultos:
La desparasitación frente a lombrices intestinales se realizará de manera periódica durante toda su vida, al menos cada 3 meses. En zonas rurales, perros de caza o con convivencia muy estrecha con el ser humano, es conveniente desparasitar al menos cada 45 días con productos frente a la tenia productora del quiste hidatídico.
Frente a pulgas hay que prevenir durante todo el año, mientras que frente a garrapatas y mosquitos es suficiente con hacerlo desde el inicio de la primavera hasta finales del otoño (puede haber variaciones según el clima en que vivamos, consulta a tu Veterinario) .
Productos Usados:
Parásitos internos:
Podemos combatirlos con jarabes o pastas, comprimidos, inyectables y pipetas
spot-on (de aplicación cutánea).
Parásitos externos:
Para evitar su picadura existen gran variedad de champús, líquidos que se diluyen en agua, sprays, pipetas spot-on, inyectables y collares.
Tu Veterinario te informará sobre la pauta y producto más adecuado a cada caso.
Patología neonatal en caninos y felinos
La patología Neonatal, los primeros 15 días de nacer, es importante por las pérdidas considerables que ocasiona, un 30%, y que son una preocupación importante para los veterinarios, profesionales criadores y los aficionados a la cinofilia o a la cría de perros y gatos de raza.
- El estado de salud del cachorro en el momento del nacimiento y durante los primeros días de su vida.
- El potencial genético de los padres.
- La salud de la madre, de la alimentación y de los eventuales tratamientos médicos de los que pueda haber sido objeto durante la gestación.
- Del desarrollo del parto.
- El cachorro recién nacido sufre una inmadurez fisiológica e inmunológica que lo hacen particularmente sensible a su entorno y a los agentes infecciosos y parasitarios.
- Patología vinculada al parto ( riesgo obstétrico)
- Malformaciones congénitas
- Afecciones ligadas a la inmadurez fisiológica de los carnívoros neonatos
- Afecciones ligadas a la madre
- Patologías infecciosas en colectividades
Bibliografía propuesta: A. Prats, C. Dumon, F. Garcia, S. Marti, V. Coll , et al “ Neonatología y pediatría canina y felina Editorial: Inter-médica