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Uno de los principales atractivos del Yorkshire Terrier, es su largo y sedoso pelo, por lo que necesita mucha hidratación y nutrientes para mantenerlo sano y fuerte, sobre todo para los Yorkshires de exposición. Deben bañarse con frecuencia cada una o dos semanas con productos adecuados para mantener su manto en excelentes condiciones.
Cepillos y peines adecuados para Yorkshire Terrier
Tras muchos años de dedicación y acicalamiento de la raza Yorkshire Terrier, hemos confeccionado una lista de Cepillos y peines adecuados para el Yorkshire Terrier.
Cepillos y peines básicos que no te pueden faltar para el acicalamiento de tu Yorkshire Terrier, ya seas particular o profesional, si bien es cierto que existe una gran variedad de productos para profesionales en peluquerías caninas y el gran mundo de las exposiciones caninas.
Peluquería Yorkshire Terrier
A continuación un vídeo tutorial muy completo e instructivo sobre acicalamiento y peluquería canina del Yorkshire Terrier. Peluquería realizada a un Yorkshire terrier de pelo largo, grabado en la peluquería canina Pel a Pel de Piera (Barcelona). PelaPel TV. Es un canal de vídeo dedicado a la formación, promoción y difusión de la peluquería canina.
Antes del baño, debemos preparar el pelo con un cepillado a conciencia para desenredar y eliminar todos los nudos que pudiese tener, si lo bañamos sin deshacer los nudos, luego nos será más difícil deshacerles. Antes de cepillar, debemos rociar al perro con un hidratante para darle elasticidad al pelo y protegerlo del cepillado, de esta forma no lo romperemos ni crearemos energía estática.
Cepille la picos suaves Brush mantequilla
Los Cepillos de mantequilla, son los más suaves y flexibles del mundo, para un máximo cuidado y mimo en los cepillados del pelo de las razas de pelo fino tales como Yorkshire, Lhasa, Maltés, Shih tzu, Cocker, Setter…, en las que cada pelo es un tesoro.
Las púas metálicas van enganchadas sobre una base de goma muy flexible. Van sujetas a la goma con un diseño especial para dar la máxima suavidad al cepillado.
No arrancan ni parten el pelo, preparados para que las púas salten antes de romper el pelo, luego se incorporan a la base muy fácilmente.
Después del cepillo, pasaremos un peine de púas metálicas, los más recomendables son los llamados de doble uso, ya que cuentan con dos separaciones distintas de los dientes para distintas zonas del cuerpo. El peine nos ayudará a confirmar que no hemos dejado ningún nudo.
Para deshacer nudos, lo mejor es rociarlos un poco más con el hidratante o bien recurrir a un líquido suelta-nudos, dejar reposar unos pocos minutos para que el líquido penetre y después tratar de abrir los nudos primero con los dedos y después con el peine. Incluso podríamos recurrir a una carda suave, ya sea una sencilla o una doble flexible.
El baño
Empapar bien el pelo de nuestro Yorkshire y proceder a aplicar el champú, distribuir bien y dar masaje con las yemas de los dedos tratando de llegar hasta la piel, con movimientos suaves y circulares hasta conseguir la total distribución y penetración del champú. Si nuestro Yorkshire tiene el pelo largo, debemos ir lavando el pelo por mechones de la raíz a la punta, con cuidado de lavar bien pero sin enredar el pelo.
Dejamos actuar el champú el tiempo recomendado por el fabricante y procedemos a aclarar a la perfección. Si el perro estuviese muy sucio, podemos dar un segundo lavado.
El Yorkshire Terrier de exposición necesita cuidados especiales constantes
Se debe empezar a cuidar su pelo desde que es un cachorro.
Cuando es muy joven, basta con cepillarle y seguir las prácticas higiénicas de rutina.
A los 4-5 meses hay que empezar a aplicarle aceite en el pelo (aceite de Neutrogena o Pure Paws) y los calcetines en los pies posteriores: con esta protección, aunque el animal se rasque, no estropea irremediablemente el pelo.
A los 6-7 meses, además del cepillado y el peinado cotidiano, es conveniente recoger el pelo de los bigotes y de la barba, el mechón de la cabeza y el pelo de la cola, mediante tiras de papel de seda. Los paquetes se quitan y se vuelven a poner después de haber cepillado al cachorro, JAMAS DEBE DE CEPILLARSE AL CACHORRO CON EL PELO SECO, ya que se podría trozar el pelo, se debe de cepillar “siempre” con una mezcla hecha a base de aceite, agua y acondicionador.
Hacia los 9-10 meses, los paquetes ya deben ponerse en todo el perro. Antes de colocarlos, se pone aceite u otra sustancia grasienta en el pelo del yorkie. Se pueden usar varios tipos: aceite de visón, aceite de oliva, aceite de almendras dulces, aceite de Neutrogena, etc.
Si el pelaje de un Yorkshire Terrier no es de buena calidad, será frágil, se romperá fácilmente y parecerá pobre y opaco. Después de haber aplicado el aceite se cepilla siguiendo la dirección del pelo, con delicadeza, mediante un cepillo metálico especial para perros con mantos largos (esta prohibido usar la carda para un ejemplar de show) Para corroborar que no le haya quedado ningún nudo, pasaremos un peine metálico, y se colocan los paquetes.
Exposición El Yorkshire Terrier debe bañarse cada semana
Una semana antes de la exposición se cortan las uñas, y el día antes se hace el recorte de las orejas y pies, cortando el pelo con una tijera para destacar la forma .Después se procede al baño. Habrá que eliminar todo rastro de aceite que utilizamos para su mantenimiento y, tras un buen enjuague, se aplicara una crema suavizante y se enjuaga una vez mas.
Después se eliminará el exceso de agua con una toalla, procurando el no frotarla para que no se le formen nudosa y, se procederá al secado con el secador de pelo, empezando siempre por el pelo de las patas hasta llegar a la capa superior del pelaje. Cuando el pequeño este bien seco, si el pelo presenta alguna onda se puede pasar la plancha eléctrica de pelo que utilizan los peluqueros para que el cabello quede liso y recto.
Uno de los principales atractivos del Yorkshire Terrier, es su largo y sedoso pelo, por lo que necesita mucha hidratación y nutrientes para mantenerlo sano y fuerte, sobre todo para los Yorkshires de exposición. Deben bañarse con frecuencia cada una o dos semanas con productos adecuados para mantener su manto en excelentes condiciones.
A continuación un vídeo tutorial muy completo e instructivo sobre acicalamiento y peluquería canina del Yorkshire Terrier. Peluquería realizada a un Yorkshire terrier de pelo largo, grabado en la peluquería canina Pel a Pel de Piera (Barcelona). PelaPel TV. Es un canal de vídeo dedicado a la formación, promoción y difusión de la peluquería canina.
Antes del baño, debemos preparar el pelo con un cepillado a conciencia para desenredar y eliminar todos los nudos que pudiese tener, si lo bañamos sin deshacer los nudos, luego nos será más difícil deshacerles. Antes de cepillar, debemos rociar al perro con un hidratante para darle elasticidad al pelo y protegerlo del cepillado, de esta forma no lo romperemos ni crearemos energía estática.
Cepille la picos suaves Brush mantequilla
Los Cepillos de mantequilla, son los más suaves y flexibles del mundo, para un máximo cuidado y mimo en los cepillados del pelo de las razas de pelo fino tales como Yorkshire, Lhasa, Maltés, Shih tzu, Cocker, Setter…, en las que cada pelo es un tesoro.
Las púas metálicas van enganchadas sobre una base de goma muy flexible. Van sujetas a la goma con un diseño especial para dar la máxima suavidad al cepillado.
No arrancan ni parten el pelo, preparados para que las púas salten antes de romper el pelo, luego se incorporan a la base muy fácilmente.
Después del cepillo, pasaremos un peine de púas metálicas, los más recomendables son los llamados de doble uso, ya que cuentan con dos separaciones distintas de los dientes para distintas zonas del cuerpo. El peine nos ayudará a confirmar que no hemos dejado ningún nudo.
Para deshacer nudos, lo mejor es rociarlos un poco más con el hidratante o bien recurrir a un líquido suelta-nudos, dejar reposar unos pocos minutos para que el líquido penetre y después tratar de abrir los nudos primero con los dedos y después con el peine. Incluso podríamos recurrir a una carda suave, ya sea una sencilla o una doble flexible.
El baño
Empapar bien el pelo de nuestro Yorkshire y proceder a aplicar el champú, distribuir bien y dar masaje con las yemas de los dedos tratando de llegar hasta la piel, con movimientos suaves y circulares hasta conseguir la total distribución y penetración del champú. Si nuestro Yorkshire tiene el pelo largo, debemos ir lavando el pelo por mechones de la raíz a la punta, con cuidado de lavar bien pero sin enredar el pelo.
Dejamos actuar el champú el tiempo recomendado por el fabricante y procedemos a aclarar a la perfección. Si el perro estuviese muy sucio, podemos dar un segundo lavado.
El Yorkshire Terrier de exposición necesita cuidados especiales constantes
Se debe empezar a cuidar su pelo desde que es un cachorro.
Cuando es muy joven, basta con cepillarle y seguir las prácticas higiénicas de rutina.
A los 4-5 meses hay que empezar a aplicarle aceite en el pelo (aceite de Neutrogena o Pure Paws) y los calcetines en los pies posteriores: con esta protección, aunque el animal se rasque, no estropea irremediablemente el pelo.
A los 6-7 meses, además del cepillado y el peinado cotidiano, es conveniente recoger el pelo de los bigotes y de la barba, el mechón de la cabeza y el pelo de la cola, mediante tiras de papel de seda. Los paquetes se quitan y se vuelven a poner después de haber cepillado al cachorro, JAMAS DEBE DE CEPILLARSE AL CACHORRO CON EL PELO SECO, ya que se podría trozar el pelo, se debe de cepillar “siempre” con una mezcla hecha a base de aceite, agua y acondicionador.
Hacia los 9-10 meses, los paquetes ya deben ponerse en todo el perro. Antes de colocarlos, se pone aceite u otra sustancia grasienta en el pelo del yorkie. Se pueden usar varios tipos: aceite de visón, aceite de oliva, aceite de almendras dulces, aceite de Neutrogena, etc.
Si el pelaje de un Yorkshire Terrier no es de buena calidad, será frágil, se romperá fácilmente y parecerá pobre y opaco. Después de haber aplicado el aceite se cepilla siguiendo la dirección del pelo, con delicadeza, mediante un cepillo metálico especial para perros con mantos largos (esta prohibido usar la carda para un ejemplar de show) Para corroborar que no le haya quedado ningún nudo, pasaremos un peine metálico, y se colocan los paquetes.
Exposición El Yorkshire Terrier debe bañarse cada semana
Una semana antes de la exposición se cortan las uñas, y el día antes se hace el recorte de las orejas y pies, cortando el pelo con una tijera para destacar la forma .Después se procede al baño. Habrá que eliminar todo rastro de aceite que utilizamos para su mantenimiento y, tras un buen enjuague, se aplicara una crema suavizante y se enjuaga una vez mas.
Después se eliminará el exceso de agua con una toalla, procurando el no frotarla para que no se le formen nudosa y, se procederá al secado con el secador de pelo, empezando siempre por el pelo de las patas hasta llegar a la capa superior del pelaje. Cuando el pequeño este bien seco, si el pelo presenta alguna onda se puede pasar la plancha eléctrica de pelo que utilizan los peluqueros para que el cabello quede liso y recto.
EMPAQUETADO YORKSHIRE TERRIER
Uno de los principales atractivos del Yorkshire Terrier, es su largo y sedoso pelo, por lo que necesita mucha hidratación y nutrientes para mantenerlo sano y fuerte, sobre todo para los Yorkshires de exposición.
La frecuencia de los baños
Para mantener el pelo del Yorkshire Terrier en un estado optimo deberá bañarse con una frecuenciaestimada de una o dos semanas aproximadamente, con productos adecuados para mantener su manto en excelentes condiciones.
Cuando la longitud del manto del Yorkshire sea considerable y tras haber aceitado previamente, se recoge todo el pelo de la cabeza y el cuerpo en unos paquetitos de papel de seda, fijados con gomas. Una vez empaquetado todo el pelo pondremos al animal un pijama de seda para proteger su cuerpo, evitando que se puedan romper los paquetes.
A continuación les mostramos un vídeo tutorial muy completo e instructivo sobre el empaquetado del Yorkshire Terrier.
Cómo empaquetar al Yorkshire Terrier de exposición de forma correcta
El cuidado y empaquetado del pelo del Yorkshire Terrier para exposición, de la mano de Goretti Aneiros García, (Soriena Kennel)
Uno de los principales atractivos del Yorkshire Terrier, es su largo y sedoso pelo, por lo que necesita mucha hidratación y nutrientes para mantenerlo sano y fuerte, sobre todo para los Yorkshires de exposición. Deben bañarse con frecuencia cada una o dos semanas con productos adecuados para mantener su manto en excelentes condiciones.
Cuando la longitud del manto del Yorkshire sea considerable y tras haber aceitado previamente, se recoge todo el pelo de la cabeza y el cuerpo en unos paquetitos de papel de seda, fijados con gomas. Una vez empaquetado todo el pelo pondremos al animal un pijama de seda para proteger su cuerpo, evitando que se puedan romper los paquetes.
A continuación les mostramos un vídeo tutorial muy completo e instructivo:
Preparacion de un perro yorkshire terrier joven para su primer enrulado, Baño y aceitado
Por: Jesús Montero Perdiguero (www.coramonte.com) Criador y propietario del prestigioso afijo, Coramonte, Juez especialista y fundador, entre otros, del Club Español del Yorkshire Terrier, Juez de la Real Sociedad Canina de España, donde fue galardonado con la Insignia de Oro en el año 2000, y Juez Internacional de la Federación Canina Internacional.
Yorkshire terrier:
Celo y apareamiento
La pubertad se define como el inicio de la capacidad reproductiva, que se caracteriza por la entrada en celo de la perra por primera vez.
El primer celo está condicionado por la edad y por la raza de la perra
Por lo general, la perra entra en celo por vez primera cuando esta alcanza, aproximadamente, dos tercios de su peso final adulto.
Las razas pequeñas (Yorkshire Terrier, Shih-Tzu…) suelen tener el primer celo entre los seis y los ocho meses de edad.
En las razas grandes (como el Gran Danés, por ejemplo), puede no llegar hasta que la hembra no tiene entre 12 y 20 meses de edad.
En las razas medianas (Spaniel Bretón, Beagle…), se produce una situación intermedia (entre los 8 y los 12 meses de edad).
No obstante, estos intervalos no son exactos.
¿Es fácil reconocer el primer celo?
El primer celo es frecuentemente más breve que los demás.
A menudo, la perra muestra pocos signos clínicos (pequeña pérdida de sangre, poca atracción por los machos…), lo que a veces se conoce como un “celo silencioso”.
Debido a la inexactitud de este método, si una perra joven no parece entrar en celo, puede que lo haya hecho pero que haya pasado inadvertido.
Lo primero que el veterinario examinará es el tamaño de la vulva, ya que esta aumenta considerablemente de tamaño si la perra ha estado en celo.
«Falso» celo
Las perras jóvenes tienen una mayor probabilidad de mostrar “celos disociados” o “falsos celos” durante la pubertad.
Estas pueden, primero, entrar en celo, e incluso aceptar aparearse, pero el proceso es interrumpido de forma repentina, sin que se produzca, normalmente, la ovulación. A los pocos días o semanas, la perra entra en celo de nuevo pero esta vez, normalmente, sí se produce la ovulación.
Se creía que este fenómeno ponía en peligro el futuro reproductivo de la hembra pero, de hecho, este no tiene ninguna incidencia en su futura fertilidad.
¿Es aconsejable aparear a la hembra durante su primer celo?
Varios investigadores han descubierto que la fertilidad máxima no se alcanza hasta el segundo o, incluso, hasta el tercer o cuarto celo, es decir, hasta los tres años aproximadamente, independientemente de la raza.
En las hembras, es importante diferenciar entre pubertad (la capacidad de ovular) y nubilidad (la capacidad de llevar a término la gestación y parir) debido a que puede resultar peligroso para la hembra quedarse preñada durante su primer celo, ya que el canal de nacimiento aún no se ha desarrollado del todo.
La mayoría de países con intereses en la cría de perros exigen una edad mínima para que las perras con pedigrí tengan su primera camada.
El ciclo estral de las perras
Reproducción animal: Ciclo estral en perros
En las perras el ciclo estral se da por la repetición sucesiva de cuatro fases: Proestro, estro, diestro y anestro.
El ciclo de la perra presenta diferentes etapas:
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Proestro:
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Tiene una duración de entre 4 y 15 días, con un promedio de 9 días. Va desde que comienza el sangrado hasta que la hembra se deja servir. Se observan pérdidas sanguinolentas por vulva, los labios vulvares se agrandan y endurecen. Algunas perras tienden a orinar con mas frecuencia y otras a escapar o insistir en sus paseos habituales. La hembra atrae a los machos debido a la presencia de feromonas que estimulan los receptores olfatorios del macho, permite que la huelan pero no se deja servir. Es decir, el macho que detecta la presencia del celo intenta montarla pero ella lo aleja a través de gruñidos, en muchas ocasiones intenta morder al macho y se cubre la zona gentital.
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Estro:
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La duración de esta etapa es variable 5 -10 días. El comienzo del estro o celo propiamente dicho lo marca la aceptación del macho por parte de la hembra. El sangrado continua, aunque menos intenso, la vulva se presenta con mayor edema y mas blanda, en esta etapa la hembra es fértil, de modo tal que si es servida seguramente quedará preñada., pasado este momento volverá a rechazar al macho. La perra con frecuencia exhibe inquietud, en algunas ocasiones presenta anorexia o polifagia, presenta polidipsia y orina con mayor frecuencia.
-
Diestro:
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En promedio dura 60 días. Este es el período sucesivo al celo. Algunas hembras están más tranquilas y engordan. En caso de la que la hembra no haya sido servida, es muy probable que cargue de leche sus mamas, anide objetos como si fueran sus cachorros, los transporte y les de calor, es decir, desarrolle una pseudogestación. Es un período de reposo sexual, no hay cambios hormonales, la hembra no presenta síntomas particulares ni tampoco alteraciones en el comportamiento. En caso de que la hembra servida esté preñada en este periodo se dará la gestación, el parto y la lactancia.
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Anestro:
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Va desde que finaliza el diestro hasta el próximo celo. En esta etapa no hay manifestaciones reproductivas de ningún tipo. El anestro es el periodo comprendido entre dos ciclos de actividad sexual, aquí la perra no muestra interés por los machos, ni los machos son atraídos por las hembras.
Yorkshire terrier: Ciclo Estral
En promedio, las hembras entran en celo dos veces al año, por un período relativamente breve, que puede durar entre diez días y tres o cuatro semanas.
La fase sexualmente inactiva es, por tanto, en comparación, mucho más larga.
Dos de los signos que indican que la perra está en celo son una pequeña hemorragia vaginal y el hecho de que empiezan a ser atractivas para los machos.
Este ciclo puede dividirse en cuatro fases:
Proestro
La duración de esta primera fase, durante la cual la perra está en celo pero todavía no quiere aparearse, puede ser desde tres o cuatro días hasta, en algunas ocasiones, casi las tres semanas.
Durante esta fase, la perra segrega mayores cantidades de estrógenos.
Estro
Cuando la secreción de estrógenos alcanza su punto máximo, la conducta de la perra cambia y comienza a ser receptiva a los machos.
Se inicia, pues, la fase de búsqueda de pareja (“estro” deriva del griego “oistros”, que significa frenesí).
Una vez más, la duración de esta fase puede variar de manera considerable – algunas perras sólo aceptarán a los machos durante unas horas mientras que otras lo harán durante más de una semana.
Diestro o Metaestro
Tras el celo, e independientemente de que haya habido apareamiento o no, todas las perras pasan por un período de dos meses durante el cual su funcionamiento hormonal es prácticamente idéntico.
Estas rechazan a los machos y segregan grandes cantidades de progesterona.
Este período se conoce como diestro, metaestro o fase lútea.
Este último término hace referencia a los folículos ováricos transformados en cuerpos lúteos – las estructuras ováricas que producen la progesterona.
Anoestro
Tras el celo, las perras permanecen sexualmente inactivas durante, al menos, dos o tres meses (a veces mucho más tiempo).
Los criadores cuestionan, a veces, la utilidad de controlar de cerca el estro y determinar el momento óptimo para el apareamiento.
En la práctica, este control puede ayudar considerablemente a los criadores en su trabajo diario.
«Controlar el estro» presenta numerosas ventajas
Si el apareamiento tiene lugar en el momento óptimo, la perra tendrá una mayor probabilidad de que se quede preñada (entre el 50 y el 80% de las perras que no se quedan preñadas tras el apareamiento se debe a que no fueron presentadas al macho en el momento oportuno).
Si la perra se aparea en el momento óptimo tendrá muchas más probabilidades de gestar una camada grande (mayor prolificidad, esto es, mayor número de cachorros en la camada).
El apareamiento se suele producir cuando las condiciones conductuales son las favorables: dado que la hembra es más receptiva, el apareamiento es más fácil, reduciéndose, por tanto, el riesgo de lesiones y el tiempo requerido.
Si el apareamiento se produce lejos de casa, el viaje es más rentable (menor riesgo de fracaso) y no es necesario estar muchos días lejos de casa (menores gastos en comida y alojamiento…)
Si el macho es viejo o necesita conservar su energía, el número de intentos de apareamiento se puede reducir.
Es más fácil calcular el momento del parto (aproximadamente a los 61 días del momento de fertilidad óptimo, esto es, dos meses después del apareamiento). Por ejemplo, una hembra que se aparea el 26 de octubre – tras un seguimiento detenido del estro – es probable que vaya a parir el 26 de diciembre.
Yorkshire terrier: Ciclo Estral
En promedio, las hembras entran en celo dos veces al año, por un período relativamente breve, que puede durar entre diez días y tres o cuatro semanas.
La fase sexualmente inactiva es, por tanto, en comparación, mucho más larga.
Dos de los signos que indican que la perra está en celo son una pequeña hemorragia vaginal y el hecho de que empiezan a ser atractivas para los machos.
Este ciclo puede dividirse en cuatro fases:
Proestro
La duración de esta primera fase, durante la cual la perra está en celo pero todavía no quiere aparearse, puede ser desde tres o cuatro días hasta, en algunas ocasiones, casi las tres semanas.
Durante esta fase, la perra segrega mayores cantidades de estrógenos.
Estro
Cuando la secreción de estrógenos alcanza su punto máximo, la conducta de la perra cambia y comienza a ser receptiva a los machos.
Se inicia, pues, la fase de búsqueda de pareja (“estro” deriva del griego “oistros”, que significa frenesí).
Una vez más, la duración de esta fase puede variar de manera considerable – algunas perras sólo aceptarán a los machos durante unas horas mientras que otras lo harán durante más de una semana.
Diestro o Metaestro
Tras el celo, e independientemente de que haya habido apareamiento o no, todas las perras pasan por un período de dos meses durante el cual su funcionamiento hormonal es prácticamente idéntico.
Estas rechazan a los machos y segregan grandes cantidades de progesterona.
Este período se conoce como diestro, metaestro o fase lútea.
Este último término hace referencia a los folículos ováricos transformados en cuerpos lúteos – las estructuras ováricas que producen la progesterona.
Anoestro
Tras el celo, las perras permanecen sexualmente inactivas durante, al menos, dos o tres meses (a veces mucho más tiempo).
El nivel deprogesterona en la sangre es particularmente útil para, precisamente, determinar el día de ovulación de las hembras de cría.
Sin embargo esta medida no es de utilidad para realizar un diagnóstico de la gestación. A veces, los veterinarios recomiendan medir regularmente estos niveles para diagnosticar una enfermedad llamada hipoluteinismo.
¿Cuál es la frecuencia del celo?
Tomando todas las razas en su conjunto, el celo ocurre, de promedio, cada seis meses.
Este intervalo puede variar debido a varios factores (raza, medioambiente, contacto social, tratamiento médico).
Lo que importa es la regularidad del celo. Si los celos de una hembra se producen cada vez con mayor o menor frecuencia, se deberá consultar inmediatamente a un veterinario.
Nadie sabe realmente por qué los perros tienen este extraño sistema de apareamiento, por el cual el macho y la hembra permanecen “enganchados” de 15 a 30 minutos.
Este comportamiento está asociado con la eyaculación del macho en tres fracciones distintas:
- Una primera secreción del fluidoprostático,
- Seguida de una fracción blanquecina, rica en esperma,
- Y por último, una gran cantidad de fluidoprostático, que ayuda a llevar el esperma del útero de la perra a los oviductos, donde se produce la fecundación.
Cuando los dos perros están “unidos”, y una vez el perro se gira, la fracción espermática de la eyaculación ya habrá sido enviada.
Si el apareamiento es interrumpido demasiado pronto, se reducen considerablemente las posibilidades de gestación, pero ello no implica necesariamente que la fecundación no se haya producido.
Si los perros intentan separarse el uno del otro, el criador puede, primero, intentar sujetar al macho en su sitio.
Si ya se han separado, deberá mantener a la perra con sus cuartos traseros elevados, y estimular el suelo vaginal con un dedo enguantado con el fin de provocar contracciones y estimular la migración del esperma.
El momento más fértil de la perra es al tercer o cuarto día de la ovulación, por lo que es ahí cuando el apareamiento será más fructífero.
Tanto las perras que son apareadas antes como aquéllas que son apareadas después de ese momento tienen una mayor probabilidad de, o no quedarse preñadas o tener una camada más pequeña.
Sin embargo no existe relación alguna entre el momento de apareamiento y el sexo de los cachorros.
Aparearse una o dos veces a la semana, con un intervalo mínimo de 3 o 4 días, ayuda a conservar la calidad del esperma.
Un apareamiento demasiado frecuente por un período de más de tres semanas causa una disminución del número de espermatozoides por eyaculación y un aumento de las formas anormales.
Debido a que los espermatozoides pasan menos tiempo en el epidídimo, se produce un aumento en el número de formas inmaduras, que se caracterizan por la presencia de una gota citoplasmática en el cuello o en la cola del espermatozoide.
Las sesiones de apareamiento demasiado frecuentes pueden, por tanto, causar un descenso temporal de la fertilidad por fatiga.
¿Cuándo tendrá mi perra su primer celo?
Por lo general, el primer celo llega cuando la hembra alcanza alrededor de dos tercios de su peso final adulto.
En las razas pequeñas (Yorkshire Terrier, Shih Tzu) el ciclo estral a menudo llega alrededor de los meses 6-8.
En algunas razas gigantes (Gran Danés) puede que no se observe hasta los mees comprendidos entre el mes doce al mes veinte (12-20).
En las razas medianas (Bretones, Beagles) ocurre algo intermedio (mes 8-12). No obstante, estos intervalos son promedios.
En las hembras es importante diferenciar entre pubertad (la capacidad de ovular) y nubilidad (la capacidad de llevar a término la gestación y parir) debido a que podría resultar peligroso para la hembra quedarse preñada durante su primer celo, ya que el canal del nacimiento no se ha desarrollado completamente.
La edad mínima será inferior en las razas pequeñas, ya que se desarrollan antes que las razas grandes.
Numerosos investigadores han demostrado que la fertilidad máxima no se alcanza hasta el segundo o, incluso, hasta el tercer o cuarto celo, esto es, hasta los tres años aproximadamente, independientemente de la raza.
En algunos países existen límites de edad mínima para la reproducción de la hembra, ya que estas han de estar previamente acreditadas.
Yorkshire: Apareamiento e Inseminación
La inseminación artificial (I.A.) con semen fresco implica la recogida de semen del macho en presencia de la hembra, la comprobación de su calidad y su inmediata inseminación.
Indicaciones para el uso de la I.A.
¿Para qué casos está indicada esta técnica?
La primera indicación, hoy en día, es proteger contra las enfermedades de transmisión sexual, las cuales son comunes en los criaderos.
El uso de I.A. se puede considerar en muchos otros casos como, por ejemplo, cuando el apareamiento no va según lo planeado, cuando el macho es novato, cuando hay una desproporción de tamaño entre los dos perros (el macho es demasiado grande o demasiado pequeño), cuando los dos perros no pueden aparearse de forma directa debido a un accidente, fractura, etc.
Resultados de la I.A.
Realizada en unas buenas condiciones sanitarias y técnicas, la inseminación artificial con semen fresco puede dar unosresultados excelentes, como mínimo, equiparables al apareamiento natural, o incluso mejores ya que uno puede estar seguro de que el semen es de buena calidad y de que este se depositó en la vagina correctamente. Los veterinarios, acostumbrados a realizarlas habitualmente, normalmente consiguen una tasa de éxito superior al 75 u 80%.
Aspectos prácticos
El macho y la hembra son colocados en la misma habitación. Con la mayoría de los perros, para la recogida del semen se requiere la presencia de una hembra en celo y normalmente es realizada de manera manual por el veterinario.
El semen ha de ser recogido separando las tres fracciones de la eyaculación, lo cual permite ajustar la cantidad de fluido prostático (tercera fase) y utilizar un volumen adecuado para el tamaño de la perra. Un volumen demasiado pequeño puede llevar al fracaso, mientras que un volumen demasiado grande diluye el esperma y existe el riesgo de que el semen vuelva a salir del tracto genital.
Tras comprobar la calidad del esperma, el veterinario normalmente insemina a la perra de manera intravaginal, utilizando un catéter flexible esterilizado, que no le causa traumatismo alguno a la perra. Algunos catéteres para inseminación llevan un globo hinchable que induce las contracciones vaginales asociadas con el pene del macho durante el apareamiento.
Muchos veterinarios utilizan catéteres sin globo, en cuyo caso, se han de provocar las contracciones de la hembra mediante un masaje vaginal con un dedo, protegido por un guante de látex.
Se han de mantener elevados los cuartos traseros de la perra durante cerca de diez minutos. Como con el apareamiento, es mejor evitar que la perra orine o se siente en los minutos posteriores.
El procedimiento habitual es inseminar dos veces en un período de 48 horas, excepto si el semen es de poca calidad, en cuyo caso se recomienda repetirlo cada día
El apareamiento es una importante fase para la cría, por lo que para garantizar que se produzca y evitar cualquier riesgo de lesión para la hembra y el macho, es necesario prestarle especial atención.
Preliminares
El apareamiento viene precedido de una fase de cortejo y juego, cuya duración depende de la raza o experiencia de ambos.
El semental normalmente juega un papel más activo que la hembra, si bien algunas perras estimulan o incluso provocan a su compañero si este no muestra suficiente interés.
Si la perra muestra una gran disposición y el macho tiene experiencia y es el más dominante de los dos, la penetración puede ocurrir de forma muy rápida (en menos de un minuto).
No obstante, si los dos son inexpertos, podrán producirse numerosos intentos infructuosos.
Es por ello por lo que es preferible evitar aparear a dos perros novatos.
No se trata de aparear a cualquier macho con cualquier hembra.
Sin llegar al extremo de hablar de preferencias, hay muchos factores en juego como, por ejemplo, la jerarquía – algunos machos, aún cuando sean campeones en exposiciones de belleza o en el campo de trabajo, no se aparearán con una hembra dominante si estos tienden a ser un poco sumisos.
La hembra, a veces, puede aceptar sus acercamientos pero puede alejarse en el último momento.
Por razones que superan al entendimiento humano, puede que los dos perros simplemente no se gusten el uno al otro…
Apareamiento
El semental monta a su compañera y la penetra mediante una serie de embestidas rápidas. Esto provoca a continuación un espasmo reflejo del esfínter vaginal de la perra que tiene el efecto de retener al macho hasta la consumación del acto – comúnmente se dice que los dos están “enganchados”.
El macho a menudo realiza un giro de 180 grados, quedando los dos perros con sus respectivos cuartos traseros unidos, cada uno mirando en la dirección opuesta. Esta extraña posición puede durar de 5 minutos a más de una hora, pero suele durar unos 15 minutos.
Es esencial no intentar separarlos, ya que se podría correr el riesgo de causarles serias heridas o hemorragias.
Especialmente si es su primera vez, es normal que la hembra gima lastimosamente o incluso aúlle en el momento en el que se siente aprisionada por la fuerza de sujeción que ejerce el macho incrementada por la dilatación que experimenta su tejido vaginal.
No hay razón por la que alarmarse ya que esto, normalmente, no tiene consecuencias en el resultado del apareamiento, ni en términos de impregnación, ni en el bienestar de los genitales de la hembra.
Esta “sujeción” es muy importante porque causa contracciones genitales en la perra que ayudan a que el esperma migre hacia el útero. Si el macho no permanece “enganchado” e inmediatamente la desmonta, existe el riesgo, o bien de que no todo el esperma se haya depositado en la vagina, o bien de que no consiga llegar suficiente semen al útero.
Después del apareamiento
Al finalizar el apareamiento, los espasmos vaginales disminuyen y los dos perros se sueltan.
Normalmente se recomienda evitar que la hembra orine en los 15 minutos posteriores, más o menos, para evitar que el semen salga del tracto genital.
El prepucio del macho debería volver rápidamente a su posición normal pero se recomienda comprobar que el pene se haya recogido correctamente dentro del prepucio a los 5 o 10 minutos – de hecho, si el glande permanece fuera por mucho tiempo, existe riesgo de lesión o ulceración.
Los criadores cuestionan, a veces, la utilidad de controlar de cerca el estro y determinar el momento óptimo para el apareamiento.
En la práctica, este control puede ayudar considerablemente a los criadores en su trabajo diario.
«Controlar el estro» presenta numerosas ventajas
Si el apareamiento tiene lugar en el momento óptimo, la perra tendrá una mayor probabilidad de que se quede preñada (entre el 50 y el 80% de las perras que no se quedan preñadas tras el apareamiento se debe a que no fueron presentadas al macho en el momento oportuno).
Si la perra se aparea en el momento óptimo tendrá muchas más probabilidades de gestar una camada grande (mayor prolificidad, esto es, mayor número de cachorros en la camada).
El apareamiento se suele producir cuando las condiciones conductuales son las favorables: dado que la hembra es más receptiva, el apareamiento es más fácil, reduciéndose, por tanto, el riesgo de lesiones y el tiempo requerido.
Si el apareamiento se produce lejos de casa, el viaje es más rentable (menor riesgo de fracaso) y no es necesario estar muchos días lejos de casa (menores gastos en comida y alojamiento…)
Si el macho es viejo o necesita conservar su energía, el número de intentos de apareamiento se puede reducir.
Es más fácil calcular el momento del parto (aproximadamente a los 61 días del momento de fertilidad óptimo, esto es, dos meses después del apareamiento). Por ejemplo, una hembra que se aparea el 26 de octubre – tras un seguimiento detenido del estro – es probable que vaya a parir el 26 de diciembre.
Yorkshire terrier: Ciclo Estral
En promedio, las hembras entran en celo dos veces al año, por un período relativamente breve, que puede durar entre diez días y tres o cuatro semanas.
La fase sexualmente inactiva es, por tanto, en comparación, mucho más larga.
Dos de los signos que indican que la perra está en celo son una pequeña hemorragia vaginal y el hecho de que empiezan a ser atractivas para los machos.
Este ciclo puede dividirse en cuatro fases:
Proestro
La duración de esta primera fase, durante la cual la perra está en celo pero todavía no quiere aparearse, puede ser desde tres o cuatro días hasta, en algunas ocasiones, casi las tres semanas.
Durante esta fase, la perra segrega mayores cantidades de estrógenos.
Estro
Cuando la secreción de estrógenos alcanza su punto máximo, la conducta de la perra cambia y comienza a ser receptiva a los machos.
Se inicia, pues, la fase de búsqueda de pareja (“estro” deriva del griego “oistros”, que significa frenesí).
Una vez más, la duración de esta fase puede variar de manera considerable – algunas perras sólo aceptarán a los machos durante unas horas mientras que otras lo harán durante más de una semana.
Diestro o Metaestro
Tras el celo, e independientemente de que haya habido apareamiento o no, todas las perras pasan por un período de dos meses durante el cual su funcionamiento hormonal es prácticamente idéntico.
Estas rechazan a los machos y segregan grandes cantidades de progesterona.
Este período se conoce como diestro, metaestro o fase lútea.
Este último término hace referencia a los folículos ováricos transformados en cuerpos lúteos – las estructuras ováricas que producen la progesterona.
Anoestro
Tras el celo, las perras permanecen sexualmente inactivas durante, al menos, dos o tres meses (a veces mucho más tiempo).
Celo y apareamiento
La pubertad se define como el inicio de la capacidad reproductiva, que se caracteriza por la entrada en celo de la perra por primera vez.
La pubertad se define como el inicio de la capacidad reproductiva, que se caracteriza por la entrada en celo de la perra por primera vez.
El primer celo está condicionado por la edad y por la raza de la perra
Por lo general, la perra entra en celo por vez primera cuando esta alcanza, aproximadamente, dos tercios de su peso final adulto.
Las razas pequeñas (Yorkshire Terrier, Shih-Tzu…) suelen tener el primer celo entre los seis y los ocho meses de edad.
En las razas grandes (como el Gran Danés, por ejemplo), puede no llegar hasta que la hembra no tiene entre 12 y 20 meses de edad.
En las razas medianas (Spaniel Bretón, Beagle…), se produce una situación intermedia (entre los 8 y los 12 meses de edad).
No obstante, estos intervalos no son exactos.
¿Es fácil reconocer el primer celo?
El primer celo es frecuentemente más breve que los demás.
A menudo, la perra muestra pocos signos clínicos (pequeña pérdida de sangre, poca atracción por los machos…), lo que a veces se conoce como un “celo silencioso”.
Debido a la inexactitud de este método, si una perra joven no parece entrar en celo, puede que lo haya hecho pero que haya pasado inadvertido.
Lo primero que el veterinario examinará es el tamaño de la vulva, ya que esta aumenta considerablemente de tamaño si la perra ha estado en celo.
«Falso» celo
Las perras jóvenes tienen una mayor probabilidad de mostrar “celos disociados” o “falsos celos” durante la pubertad.
Estas pueden, primero, entrar en celo, e incluso aceptar aparearse, pero el proceso es interrumpido de forma repentina, sin que se produzca, normalmente, la ovulación. A los pocos días o semanas, la perra entra en celo de nuevo pero esta vez, normalmente, sí se produce la ovulación.
Se creía que este fenómeno ponía en peligro el futuro reproductivo de la hembra pero, de hecho, este no tiene ninguna incidencia en su futura fertilidad.
¿Es aconsejable aparear a la hembra durante su primer celo?
Varios investigadores han descubierto que la fertilidad máxima no se alcanza hasta el segundo o, incluso, hasta el tercer o cuarto celo, es decir, hasta los tres años aproximadamente, independientemente de la raza.
En las hembras, es importante diferenciar entre pubertad (la capacidad de ovular) y nubilidad (la capacidad de llevar a término la gestación y parir) debido a que puede resultar peligroso para la hembra quedarse preñada durante su primer celo, ya que el canal de nacimiento aún no se ha desarrollado del todo.
La mayoría de países con intereses en la cría de perros exigen una edad mínima para que las perras con pedigrí tengan su primera camada.
Un pequeño gran carácter
Cuando traemos a casa a un perro miniatura como el Yorkshire Terrier, lo hacemos con la idea de tener un nuevo amigo a quien mimar y acariciar. Sabemos que será un animal muy cercano a nosotros, con el que conviviremos estrechamente y que, con toda seguridad, nos acompañará a casi todas partes. Pero no perdamos la perspectiva, bajo esa apariencia de cachorrillo y tras esos cálidos ojos castaños, hay un perro de verdad, uno como todos los demás, con las mismas necesidades, instintos y reacciones. Debemos ser muy conscientes de ello durante la educación de nuestro nuevo perro. Dado su reducido tamaño, a menudo se pasan por alto comportamientos que de ningún modo permitiríamos a un perro de mayor medida. El hecho de que sus deposiciones sean minúsculas, no implica que dejemos de sacarlo a la calle. Para él salir es importante, le permite reconocer su territorio y sentirse seguro en él. Durante el paseo diario se relaciona con otras personas y animales. Hay que recordar que un perro es un animal social y debe estar conectado con más individuos para estar tranquilo y no desarrollar conductas de miedo o agresividad. ¡Cuantas veces presenciamos una escena donde un Yorkshire diminuto se enfrenta con un perro mucho más grande que él! Todos piensan ¡mira qué insensato! Lo que ocurre realmente es que el Yorkshire, al igual que cualquier perro miniatura no tiene ni la menor idea de que es pequeño. Él solo sabe que es un perro, igual que su contrincante. Por eso debemos tener cuidado cuando se relaciona con otros perros, porque no es consciente de lo frágil que es y podemos tener un disgusto.
Firmeza y constancia
Con el pequeño Yorkshire, como con todos los perros, hay que ser firme y constante. En primer lugar, hay que enseñarle a comer bien. ¿Cómo es posible que este pequeño animal siempre parezca tener hambre? La respuesta es sencilla: son muy glotones, mientras vayan recibiendo un alimento que les guste, seguirán comiendo, a pesar de su diminuto estómago. Ello conduce a la aparición de problemas digestivos, como la acidez o incluso el reflujo gástrico. Por otro lado, hay que tener cuidado con lo que se deja a su alcance, ya que son propensos a tragarse cualquier cosa, comestible o no, al menos hasta los 6 meses de vida. Hay que corregir esta inclinación hasta que dejen de hacerlo porque pueden ingerir grandes cantidades de alimento, juguetes, calcetines y demás objetos que a veces hay que extraer con cirugía. Encontrarás más consejos sobre cómo se educa y adiestra al Yorkshire en este artículo (http://www.affinity-petcare.es/advance/es/Yorkshire-Como-se-le-educa).
Precaución con la comida
El Yorkshire tiene un intestino corto más hecho a la digestión de proteínas y grasas animales que a la de vegetales. Ahora bien, una cierta cantidad de fibra es conveniente para contribuir a su salud gastrointestinal. En cuanto al número de tomas, puedes guiarte por un método general para proporcionarle comida a lo largo del día, aunque la regla básica es que a menor edad, mayor frecuencia. De uno a tres meses, debes alimentarlo cuatro veces al día; de cuatro a siete meses, 3 veces al día; y a partir de los ocho meses, una o dos veces. En el caso de los Yorkshire tipotoy, los de tamaño más reducido, es recomendable dividir la cantidad total de alimento en 2 raciones diarias. Esto se debe a que el estómago de estos animales es demasiado pequeño para admitir de una sola vez todo el alimento que necesitan a lo largo de 24 horas. Eso sí, hay que evitar darle comida entre horas. Y un último consejo: alimentaremos al yorki después de su paseo ya que no es recomendable salir a hacer ejercicio con el estómago lleno.
Ojos y orejas
Una de las particularidades de la pequeña anatomía de estos perros es que al nacer sus orejas están gachas para erguirse posteriormente a los dos o tres meses de vida. Sin embargo, un exceso de pelo -por dentro o por fuera de estos apéndices-, al igual que la presencia de suciedad, pueden retrasar el proceso. Si ha pasado el tiempo normal sin que sus inconfundibles orejitas en forma de ‘V’ se hayan levantado, es recomendable llevarlo a una peluquería especializada para que eliminen cuidadosamente el exceso de pelo en esta zona tan sensible. Si a pesar de ello tu Yorkshire no levanta sus orejas, no hay ningún otro método que te pueda ayudar a conseguirlo: ni los vendajes de orejas ni los suplementos nutricionales a base de minerales son de verdadera ayuda.
Otra parte que requiere atención, en este caso de forma permanente, son los ojos ya que tienden a producir legañas. La manera casera de eliminarlas es aplicar agua del grifo con una gasa, si se realiza eventualmente. Si se realiza una limpieza diaria lo ideal es utilizar un producto especializado, que permite deshacer mejor la legaña y no resultará irritante para la conjuntiva del animal. A menudo se recomienda el uso de suero fisiológico para la higiene ocular, pero se ha comprobado que su uso a largo plazo deja restos minerales sobre la córnea que podrían irritar el ojo. Nunca utilizaremos algodón para limpiar los ojos a nuestro Yorkshire porque puede dejar residuos.
Tratamientos capilares
Pero si por algo llaman la atención estos pequeños canes es por su abundante, largo y sedoso pelaje que tiene la ventaja de no caerse en exceso ya que carecen de una segunda capa interna. Con todo, debido a su considerable longitud -en proporción al tamaño de su cuerpo-, será necesario un cepillado diario y también antes de bañarlos para que no se formen demasiados nudos que resultan incómodos para el animal. Además, de esta manera conseguiremos activar la segregación natural de grasa y que tenga siempre un aspecto aseado. La acumulación de suciedad podría acarrear problemas dermatológicos.
Con el fin de potenciar el brillo del pelo, se pueden aplicar acondicionadores y aceites específicos, a base de aceite de visón, por ejemplo. En cuanto al cuidado capilar, en los primeros meses de vida el uso de un cepillo cardador ayudará a la muda de pelo del Yorkshire. Posteriormente, solo se deben emplear cepillos metálicos sin punta redondeada para el peinado diario y de cerdas naturales para el acabado final y aceitado, en su caso. Debemos tener en cuenta que un animal que recibe un cepillado con regularidad necesita bañarse menos, ya que vamos eliminando polvo y suciedad. En cualquier caso, salvo prescripción veterinaria que diga lo contrario, no bañaremos al Yorkshiremás de una vez al mes. Y una última recomendación relacionada con la higiene y en concreto sobre el baño: hay que mantener siempre controlada la temperatura del agua y de la habitación para que no sea demasiado fría. Así evitaremos los resfriados.
Uñas
Aquí tenemos una recomendación muy importante, para un perro miniatura como este: debemos estar pendientes del crecimiento de sus uñas. Su estilo de vida en el interior de un piso y los paseos cortos por la ciudad, hacen que sus uñas tengan un insuficiente desgaste natural. Por eso, regularmente revisaremos las uñas de nuestro amigo, por sin necesitan un corte. En caso contrario, las uñas demasiado largas pueden alterar la posición normal de los dedos o harán que el animal resbale por el suelo liso de nuestra casa. Esta situación, en un animal tan pequeño, puede conducir a artrosis prematura o lesiones en las rodillas o caderas. El veterinario o el peluquero pueden encargarse de esta sencilla maniobra.
El Yorkshire no es un juguete
Tenencia responsable
«El niño dice que quiere tener un perro»
Promete que lo cuidará y lo llevará a pasear. ¿Cómo no creerle a tu hijo y no ceder a lo que te pide? Lo que sigue son las promesas rotas. El niño no cuida del perro, no lo saca a pasear. De repente eres tú, la madre o el padre, quien termina con un perro. Debes saber que si tu hijo desea tener un perro, lo que importa es si tú estás preparado para ser un dueño. De no ser así, no adquieras un perro. Tu hijo sencillamente no puede ser dueño del perro.
Por muy inteligente o independiente que sea tu hijo, tenga tres, cuatro o 10 años, ningún niño está capacitado para ser dueño de un perro. Un perro necesita ser educado para vivir entre humanos y un niño no le puede dar ese nivel de educación, límites y reglas, ya que el niño en sí aún está aprendiendo a navegar en esta sociedad. Cuidar a otro ser es demasiada responsabilidad.
Yorkshire, Tenencia responsable
Antes de adquirir un perro conviene plantearse lo que ello significa, tanto desde el punto de vista económico, como de la responsabilidad y las obligaciones que hay que asumir para proporcionarle una vida digna y adecuada. La convivencia con un perro exige tiempo, dinero y dedicación diaria durante al menos 12 años, que es la vida media de un perro.
Un perro no es un objeto de consumo,
Un perro es un ser vivo al que hay que educar, alimentar, cuidar, sacar de paseo y, también establecer un vínculo afectivo con él y acompañarlo. Además, condicionará nuestros movimientos en vacaciones y viajes, cambiará la relación con los vecinos, los amigos y la familia y nos obligará a conocer y acatar las normativas vigentes relativas a la tenencia de animales domésticos y de protección animal. Si después de hacer estas reflexiones estás dispuesto a asumir el compromiso… ¡Bienvenido al club!
Existe otro grado más de responsabilidad: el de la “paternidad responsable”. Los refugios acogen a muchos perros «huérfanos» por la desidia de algunos dueños a la hora de controlar la reproducción de sus mascotas que ante partos no deseados se deshacen de esta manera de los cachorros.
Si no nos vamos a dedicar a la cría deberemos tomar una decisión al respecto y, si no podemos controlar sus épocas de celo para evitar los apareamientos fortuitos y sus frutos, es preferible la castración o esterilización, sean machos o hembras.
Comprar o adoptar
La adopción es una alternativa que se extiende y un acto solidario, tanto si se hace directamente en un refugio como si es de la camada de algún amigo o conocido o de la propia calle. En este último caso lo primero es visitar al veterinario para que lo examine, desparasite y vacune; mientras que en los refugios suelen entregar a los animales ya tratados e incluso esterilizados.Si efectuamos su compra en un criadero o tienda especializada podremos elegir una mascota más acorde a nuestras posibilidades o deseos, en cuanto a sexo, edad y raza, así como exigir garantías, registros y certificados, conocer cómo se ha criado el cachorro, cuál ha sido su hábitat, quiénes son sus padres e incluso escogerlo de entre varios de una camada, según la afinidad, comportamiento, vivacidad o sociabilidad que observemos en él.