El destete de los cachorros no debe producirse antes de que los pequeños cumplan los dos meses de vida. En este periodo, la madre cierra fuertes vínculos con los neonatos a través de la lactancia.
Alimentarse con la leche de la perra ayuda a que los cachorros desarrollen un sistema inmunitario más fuerte mientras que aprenden a ser autosuficientes.
Desde siempre se ha demostrado que la leche de la madre es el mejor alimento para los recién nacidos. Estudios llevados a cabo con diferentes especies han documentado los mecanismos que mantienen la leche con unos altos valores nutricionales independientemente de la situación de la hembra.
Estos estudios verifican que una hembra en periodo de lactancia produce la cantidad necesaria de leche nutritiva para criar a sus cachorros, aunque su estado de salud se deteriore. Para los criadores de perros concienciados, el reto consiste en ofrecer una nutrición a la hembra que le permita no sólo alimentar a sus cachorros, sino también mantener un buen estado de salud.
Tras el parto, la llegada de la camada coloca a la perra en la dura tarea de la producción de leche. Es uno de los momentos de la vida del animal en que más energía precisa: amamantar a los hambrientos cachorros es un trabajo agotador que durará, al menos, seis semanas. La buena alimentación de la madre en este momento de la cría debe cuidarse con aportes especiales. Es un asunto vital para ella, ya que el suministro de la leche materna a los recién nacidos comienza muy poco tiempo después del parto, con todo el desgaste que ello supondrá.
La lactancia fortalece al cachorro
La primera leche materna de la perra, también llamada calostro aporta grandes beneficios al cachorro, sobre todo si lo ingiere en las primeras 24 horas de vida. Casi el 90% del calostro es agua. Y es en el 10% restante donde encuentra el cachorro los valiosos nutrientes que necesita: proteínas y grasas, casi a partes iguales. El calostro materno aporta anticuerpos al todavía inmaduro sistema inmunitario de los neonatos y también agentes que luchan contra los microbios (antimicrobianos) .
La gran mayoría de las perras son unas excelentes mamás; pero algunas hembras son más nerviosas y necesitan algo de colaboración
El calostro, asimismo, potencia las defensas del intestino de los aún vulnerables cachorros y favorece su maduración. Esta inmadurez inmunitaria requiere que mantengamos una buena higiene en torno a los cachorros.
El crecimiento de los pequeños neonatos encuentra además un aliado en esta primera leche materna, que contiene factores de crecimiento y contribuye de modo activo en la reparación de tejidos.
Repartir el calostro entre todos
Todos los recién nacidos deben tomar calostro y, más adelante, leche materna, por lo que conviene vigilar la alimentación de los pequeños en estos primeros días de vida y asegurarse de que todos alcancen los pezones de la madre. El acceso de los cachorros al aporte diario necesario de leche es importante para que tomen la cantidad de azúcares que requieren. La leche, que es en este momento su único alimento, les proporciona lactosa, o azúcar de la leche.
Algunas madres necesitan ayuda
La gran mayoría de las perras son unas excelentes mamás; sin embargo, algunas hembras son más nerviosas y necesitan un poco de ayuda para amamantar a los cachorros. Podemos colaborar durante los primeros días de lactancia en la ardua tarea de lograr que todos los pequeños alcancen los pezones de la hembra.
La ayuda consiste en colocar a los bebés en los pezones disponibles y mantenerlos en él con suavidad mientras succionan. Con el tiempo, los neonatos podrán acceder solos a su fuente de alimento. Una excesiva manipulación de los cachorros puede provocar estrés en la perra. El cariño, y la mantener la calma, es fundamental.
Amamantar a una camada de hambrientos cachorros es un duro trabajo para una perra que acaba de atravesar un parto. Conviene proporcionar descansos al animal. La perra tendrá sin duda que hacer sus necesidades y dar paseos. Después de las tomas, cuando los cachorros estén saciados y dormidos, anime a su perra a levantarse y a salir a la calle durante unos minutos.
La colaboración en la alimentación de los neonatos es una ocasión para vigilar si surge enrojecimiento o irritación dolorosas en alguno de los pezones de la perra. La perra responde al dolor reduciendo la producción de leche y la alimentación de los neonatos. Si esto ocurriera, acuda sin demora a su veterinario.
Problemas frecuentes en el crecimiento de los pequeños
Los cachorros querrán, al principio, mamar cada cuatro horas. Y, más adelante, cada seis. Aunque si alguno tiene hambre, lo hará saber con un buen llanto continuo. El aumento de peso es un buen indicador de salud del cachorro, que debe ganar, aproximadamente, entre dos y cuatro gramos diarios por cada kilo de peso que tendrá de adulto. Su veterinario le ayudará, sin duda, en este cálculo.
El control del peso de los neonatos, por otra parte, nos permite estar atentos a que ninguno de los recién nacidos toma demasiada leche. La principal causa de diarreas en los cachorros es la sobrealimentación, que supera sus propias capacidades digestivas.
Hay otros factores importantes que han de observarse durante la lactancia de los cachorros. La temperatura corporal es uno de ellos. Su tendencia a la hipotermia obliga a realizar controles antes de ser alimentados.
El calostro materno aporta anticuerpos al todavía inmaduro sistema inmunitario de los cachorros neonatos
Lo adecuado es que la temperatura de los cachorros no se encuentre por debajo de los 34ºC. Por debajo de este límite los perritos podrán succionar la leche, pero no digerirla. Lo que puede desencadenar trastornos digestivos.
El cuerpo de los cachorros lactantes aún está aprendiendo a cuidar de sí mismo, y no siempre es del todo eficaz. Esto explica la propensión de los cachorros a deshidratarse. Para prevenir la escasez de agua se debe vigilar que el pequeño realiza todas sus tomas diarias de leche materna y que la humedad en el ambiente ronde el 60%.
Aprendiendo para el futuro
Con tres o cuatro semanas de vida, el cachorro de perro ya comienza a imitar los hábitos alimentarios de su madre. No es raro que comience a picar comida sólida del comedero de la perra. La hembra, como buena madre, guiará hacia el destete a los cachorros con sabios comportamientos: regurgitará parte del alimento para dárselo a los pequeños. Este momento anuncia la llegada del destete. Otra importante y delicada fase en la vida del cachorro.
Consejos
Asegúrese de que su perra está bien alimentada durante la lactancia y déle un respiro entre las tomas de leche de los cachorros.
Vigile la temperatura corporal de los cachorros. No debe bajar de 34ºC.
Observe los pezones de la mamá; si enrojecen o se irritan acuda a su veterinario.
Controle el peso de los cachorros. Su veterinario le indicará la cantidad de gramos que han de ganar cada día.
No manipule en exceso a los cachorros. Pondrá nerviosa a la madre y puede provocarle estrés.
Fuente de información:
Consumer