Category Archives: Adiestramiento
Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento Una sesión de adiestramiento es el tiempo que pasas entrenando continuamente un solo criterio. Es decir que en cada sesión te concentras en un solo aspecto de un ejercicio.En cambio, un período de adiestramiento es el tiempo continuo en que haces una o más sesiones de adiestramiento. Por ejemplo, si haces dos sesiones de Sentado continuas, seguidas de tres sesiones de Aquí, en el período de adiestramiento has hecho un total de cinco sesiones. Ten presente que en un período de adiestramiento puedes entrenar diferentes ejercicios, pero en cada sesión debes entrenar un solo ejercicio.Para que tus sesiones sean efectivas tienes que considerar los siguientes aspectos.
1. Duración.
Las sesiones de adiestramiento tienen que ser muy cortas. Al enseñarle a tu perro un nuevo ejercicio, cada sesión solamente tiene entre siete y 10 repeticiones del ejercicio.
Por eso, el tiempo que dura cada sesión en las primeras etapas de cada ejercicio va de 20 a 30 segundos. Sí, leíste bien, 20 a 30 segundos, no minutos. Esto no sólo facilita el aprendizaje, sino que te permite hacer tres o cuatro sesiones seguidas con pocos segundos de descanso.
Lógicamente en las etapas más avanzadas, cuando aumentes la duración de los ejercicios, las sesiones serán más largas, pero el tiempo irá en función de los ejercicios. En la descripción de cada ejercicio encontrarás información acerca del tiempo necesario, pero recuerda que las sesiones cortas facilitan el aprendizaje, especialmente si se trata de cachorros.
2. Momentos adecuados.
Como vas a usar comida para enseñarle los ejercicios a tu perro, los momentos ideales para entrenar son cinco minutos antes de sus comidas. Por ejemplo, si tu perro desayuna a las 8:00, almuerza a las 13:00 y cena a las 18:00, las horas ideales para entrenar son las 7:55, 12:55 y 17:55. Así estará motivado por la comida y podrás usar su comida regular para enseñarle nuevas cosas.
Es importante que cada ejercicio lo entrenes en diferentes horarios, para que tu perro no se acostumbre a responder solamente de día o solamente a cierta hora.
Lógicamente, cuando entrenes con distracciones en etapas avanzadas y cuando empieces a usar otros reforzadores (juegos, actividades de la vida cotidiana), también entrenarás en otros horarios, pero para enseñar nuevos ejercicios aprovecha los cinco minutos previos a las comidas.
3. Cuántas sesiones por día.
Un error muy frecuente es exigirle mucho al perro, especialmente cuando está aprendiendo. Eso solamente lo cansará y retrasará su adiestramiento o incluso lo hará imposible.
La cantidad de sesiones por día depende de la motivación de tu perro, así que es mejor que seas conservador en este sentido. Puedes empezar con alrededor de 12 sesiones distribuidas a lo largo del día. Eso te da un tiempo total de entre 12 y 15 minutos de adiestramiento diario.
Si tienes un cachorro que come cinco veces al día, puedes hacer solamente 10 sesiones por día, dos antes de cada comida. Si tu perro come tres veces, puedes hacer cuatro sesiones antes de cada comida. Si tu perro come dos veces, puedes hacer cuatro sesiones antes de cada comida y cuatro sesiones dispersa a lo largo del día, en horarios distantes de sus comidas (no cuando recién terminó de comer). Si tu perro come una sola vez al día puedes hacer cuatro sesiones antes de su comida y distribuye otras ocho a lo largo del día.
Si tienes horarios complicados y solamente puedes entrenar por la mañana y la noche (recuerda que no necesitas más de cinco minutos en cada momento), sólo haz cuatro sesiones en la mañana y cuatro en la noche. No te preocupes que eso no retrasará mucho el adiestramiento.
Ahora bien, si tienes disponibilidad de tiempo, lo mejor es que distribuyas las sesiones a lo largo del día. Esto facilitará el adiestramiento de tu perro y lo hará más agradable.
Fíjate por cuántas sesiones se mantiene motivado tu perro, sin hacer muchas seguidas, y ajusta el adiestramiento de acuerdo con eso. Por ejemplo, si tu perro se mantiene motivado solamente por dos sesiones seguidas (algo muy poco frecuente), empieza solamente con dos sesiones antes de cada comida. Poco a poco él se motivará más con el adiestramiento y podrás hacer cuatro o cinco sesiones seguidas antes de cada comida.
4. Comida y juegos
Al principio usarás comida como reforzador y luego usarás juegos. Tanto la comida como los juegos tienen que motivar a tu perro, así que elige cosas que le gusten. Eso sí, tanto la comida como los juegos tienen que ser seguros y saludables para tu perro.
Cuando enseñes un nuevo ejercicio, entrenarás en lugares sin distracciones, así que puedes entrenar con la comida regular de tu perro. Si estás entrenando justo antes de su horario de comer, la comida regular proporcionará suficiente motivación.
En ese caso, después de entrenar dale a tu perro su ración de comida menos la cantidad que usaste en las sesiones. Así obtendrá parte de su ración durante el adiestramiento y no consumirá más calorías de las que necesita. Si usas toda su ración en las sesiones (algo frecuente con perros de talla pequeña), entonces no le des comida adicional.
Para entrenar con distracciones y aumentar la dificultad de los ejercicios necesitarás usar comida más atractiva para tu perro, como carne, salchicha, pollo, pan, etc., pero recuerda que tiene que ser alimento saludable. No te preocupes que eso no durará por mucho tiempo, sólo necesitarás hacerlo por algunas sesiones.
El tamaño de la comida es importante para que puedas hacer varias repeticiones sin que tu perro se llene. Para un perro mediano (desde un cocker hasta un labrador) usa pedazos de comida apenas más grandes que una arveja. Un cuarto de rodaja de salchicha de aproximadamente tres milímetros de grosor es otra buena referencia.
Para perros más grandes puedes usar comida un poco más grande. Para perros más pequeños usa pedazos de comida un poco más pequeños. Para perros miniatura usa pedazos muy pequeños.
5. Lugares.
Durante las primeras etapas de cada ejercicio tienes que entrenar en lugares sin distracciones. Es mejor si entrenas dentro de tu casa o en un jardín o patio cercado, siempre y cuando no haya gente ni perros pasando del otro lado de la cerca que distraigan a tu perro. Así tu perro estará sin correa y te podrás concentrar en entrenar y no en jalonear a tu cachorro.
Un cuarto donde otras personas están viendo la televisión o hay gente conversando no es un lugar sin distracciones. Necesitas estar sólo con tu perro. Si es necesario enciérrate en tu cuarto para entrenar las primeras etapas.
Si por algún motivo te es imposible encontrar un lugar así en tu casa… vuelve a buscar. Es muy raro que no puedas encontrar un lugar libre de distracciones por cinco minutos. Pero si realmente no encuentras ese lugar en tu casa, busca una cancha, un parque vacío o una calle vacía donde puedas enseñar a tu perro. En este caso tendrás que usar comida mucho más atractiva porque aunque se trate de lugares vacíos habrá olores y otras distracciones. Eso sí, asegúrate que se trata de lugares seguros tanto para ti como para tu perro, y en este caso ten a tu mascota sujeta a la correa.
Para algunos ejercicios y en etapas avanzadas, ya entrenarás en lugares con distracciones. En cada criterio de adiestramiento encontrarás indicaciones sobre las características del lugar de adiestramiento adecuado.
6. Tasa de reforzamiento.
La tasa de reforzamiento es la frecuencia con que presentas el reforzador (la comida) a tu perro. Durante el aprendizaje de los ejercicios, la tasa de reforzamiento tiene que ser muy alta. Esto significa que tienes que reforzar las conductas cada dos a tres segundos. De esta manera, podrás hacer hasta 10 repeticiones por sesión en 20 a 30 segundos. ¿Parece difícil o exagerado? Ya vas a ver que no es nada difícil conseguir esa tasa de reforzamiento.
7. Timing.
El timing es la sincronía entre la conducta que estás entrenando y la presentación del reforzador. El reforzador tiene que aparecer inmediatamente después de la conducta que quieres reforzar (¿recuerdas las contingencias?). Para esto usarás el clicker o la señal de liberación.
Asegúrate de hacer sonar el clicker o decir la señal de liberación en el momento en que ocurre la conducta que estás entrenando. Esto te permite dar la comida un poco después sin perder timing. Sin embargo, si haces sonar el clicker o das la señal de liberación antes de que ocurra la conducta o mucho después, reforzarás conductas diferentes a las que quieres entrenar.
8. Criterio.
Los criterios de adiestramiento son pasos intermedios para conseguir un objetivo final. Por ejemplo, para que tu perro acuda al llamado primero tienes que conseguir:
- Que se acerque a ti voluntariamente, sin llamarlo.
- Que acuda a tu llamado a tres pasos de distancia.
- Que acuda a tu llamado a cinco pasos de distancia.
- Que acuda a tu llamado a ocho pasos de distancia.
- Que acuda a tu llamado a tres pasos de distancia con distracciones.
- Que acuda a tu llamado a cinco pasos de distancia con distracciones.
- Etc.
Al seguir esa secuencia estás aumentando el criterio de adiestramiento. Si aumentas el criterio gradualmente, como se ve en la secuencia anterior, facilitarás el proceso de aprendizaje y el adiestramiento será más fluido. En cambio si aumentas el criterio bruscamente (por ejemplo introduciendo distracciones muy pronto) perjudicarás el aprendizaje y tu perro no presentará las conductas que quieres. En consecuencia, la tasa de reforzamiento caerá, tu perro se frustrará, te será difícil enseñarle nuevos ejercicios y los ejercicios que ya sabe se irán deteriorando.
A lo largo del curso encontrarás criterios de adiestramiento que aumentan gradualmente. Síguelos en la secuencia que se presentan y no tendrás problemas. No los pases por alto aunque te parezcan absurdos. Están ahí por una razón.
9. Planificación.
Un error muy común es iniciar una sesión de adiestramiento sin haberla planificado y tratar de improvisar. Eso no sirve. Solamente te hace repetir cosas que ya has conseguido o aumentar demasiado los criterios, frustrando a tu perro.
Es importante planificar las sesiones. Antes de cada sesión tienes que saber qué criterio vas a entrenar, cuántas repeticiones vas a hacer y en qué condiciones (lugar, distracciones, etc.) vas a entrenar. Como ves no es necesario escribir el plan en un papel, solamente tienes que saber lo que vas a hacer.
También es bueno prever posibles problemas. Por ejemplo, qué vas a hacer si tu perro se distrae en media sesión o si no se motiva lo suficiente.
Además, es importante que sepas de antemano cuántas sesiones seguidas vas a hacer. Por ejemplo: dos sesiones de Sentado y dos de Aquí, cada una de siete repeticiones.
10. Registro.
Otro error es no registrar tu progreso. Es importante hacerlo para que sepas con certeza cómo está yendo el adiestramiento y no te engañes pensando que todo va bien cuando no es así, ni te estanques en una etapa que ya has superado.
El registro no tiene que ser muy minucioso. Solamente necesitas saber qué criterios todavía estás trabajando y cuáles ya has superado. Aquí puedes descargar un archivo de registro para todos los criterios del curso.
En las hojas de seguimiento para cada criterio de adiestramiento tienes una casilla I, nueve casillas numeradas y una casilla S. Debes marcar la casilla I cuando hayas iniciado el criterio correspondiente. Las casillas numeradas son para que marques cuántas generalizaciones has hecho (diferentes lugares, diferentes posiciones, etc.) y la casilla S es para que la marques cuando has superado el criterio en cuestión.
11. Cantidad de ejercicios.
En cada sesión tienes que hacer un solo criterio de un solo ejercicio. No mezcles criterios ni ejercicios en cada sesión. Lo que sí puedes hacer es entrenar un ejercicio en una sesión y otro en la sesión siguiente.
12. Ejemplo.
Para que te sea más claro todo esto, a continuación tienes un ejemplo de cómo harías cuatro sesiones seguidas antes del desayuno de tu perro, en las que entrenas dos ejercicios:
- Criterio: Sentado nb.e1.c1. 10 repeticiones en 30 segundos.
- Registrar el avance: 15 segundos.
- Criterio: Sentado nb.e1.c1. Otras 10 repeticiones en 30 segundos.
- Registrar el avance: 15 segundos.
- Criterio: Reconocer el nombre nb.e1.c1. 10 repeticiones en 15 segundos.
- Registrar el avance: 15 segundos.
- Criterio: Reconocer el nombre nb.e1.c1. Otras 10 repeticiones en 15 segundos.
- Registrar el avance: 15 segundos.
Como puedes ver, son cuatro sesiones seguidas (en un mismo período de adiestramiento) en las que has entrenado el primer criterio de la primera etapa del primer nivel de los ejercicios Sentado y Reconocer el nombre. En cada sesión te concentras en un solo criterio. El tiempo total es de 150 segundos o 2,5 minutos.
Curso de Adiestramiento CaninoIntroducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
El entrenador y la entrenadora
A lo largo del curso me referiré a ti como “el entrenador”, aún si eres mujer, para evitar frases del tipo “El (la) entrenador(a) debe hacer…”. Por el mismo motivo, me referiré a tu perro como él, aunque tal vez sea una ella.
Las señales
Todos los ejercicios que le enseñarás a tu perro van asociados con alguna señal que puede ser visual (un gesto), verbal (una palabra) o ambiental (la presencia de algún elemento).
En el adiestramiento tradicional se llama órdenes o comandos a las señales visuales y verbales, y no se presta mucha atención a las señales ambientales. En este curso las vamos a llamar señales, porque cuando entrenamos en positivo, al perro no le ordenamos que haga una u otra cosa, sino que se lo pedimos. Curiosamente, estos pedidos tienen más poder de convicción que las órdenes secas y tajantes.
Diviértete entrenando
Entrenar a tu perro no tiene porqué ser una lucha de poderes en la que tienes que ser el dominante o el macho alfa. Aunque esa es una idea muy difundida, es errónea. Es mucho más fácil conseguir que tu perro te haga caso cuando eres su amigo que cuando quieres someterlo. Como dice el refrán, se atrapan más moscas con miel que con hiel.
Además de enseñarle ejercicios a tu perro, durante el adiestramiento tienes que crear una buena relación con él. Así que disfruta las sesiones, llévalas a cabo como juegos divertidos en los que aprendes a comprender a tu perro y él aprende a comprenderte a ti. Lleva a cabo las sesiones relajado y de buen humor y verás que tu perro aprende más rápido y responde mejor que cuando lo quieres dominar.
Curso de adiestramiento canino. En este curso aprenderás a entrenar ejercicios de obediencia canina que son útiles en la vida real.Las técnicas que aprenderás sirven para entrenar cachorros desde 2 meses de edad hasta perros adultos, así que no importa la edad de tu perro, siempre y cuando tenga buena salud. Por supuesto, si se trata de un cachorro muy pequeño, tendrás que ser más paciente y no exigirle demasiado, ya que todavía no tiene muy desarrolladas ni la concentración ni la coordinación.Además de los procedimientos estándar para entrenar perros adolescentes y adultos, cuando corresponda encontrarás recomendaciones para entrenar cachorros pequeños, es decir de 2 a 5 meses de edad.A lo largo del curso tu perro aprenderá a:
- Acudir al llamado.
- Caminar sin tirar de la correa.
- Echarse y quedarse echado cuando se lo pides.
- Entusiasmarse ante el sonido del clicker y la señal de liberación.
- Ignorar cosas cuando se lo pides.
- Jugar al tira y afloja cuando se lo pides y soltar el juguete también cuando se lo pides.
- Mirarte a los ojos cuando se lo pides.
- Mirarte con frecuencia cuando están fuera de casa.
- Reconocer su nombre.
- Saludar correctamente a las personas, sin saltar sobre ellas.
- Sentarse y quedarse sentado cuando se lo pides.
- Tocar cosas a pedido con su nariz y sus patas.
Consideraciones a tomar en cuenta
Si bien el curso de adiestramiento te permitirá entrenar perros de diferentes edades, tienes que tomar en cuenta que no es adecuado para todos los perros ni en todas las situaciones.
En primer lugar, tu perro tiene que estar en buenas condiciones de salud para seguir este curso. Un perro enfermo o herido debe ser tratado clínicamente antes de empezar su entrenamiento. Además, un perro con alguna condición particular puede presentar problemas con ciertos ejercicios. Por ejemplo, perros con displasia de cadera quizás sientan alguna molestia o dolor al sentarse. Así que asegúrate que tu perro está en buenas condiciones de salud antes de iniciar su adiestramiento. En caso de dudas, consulta con el veterinario.
Si tu perro es todavía un cachorro pequeño, es muy probable que no tenga todas sus vacunas. En ese caso, solamente debes entrenar dentro de casa, aún cuando los ejercicios indiquen entrenar en exteriores.
También tienes que saber que este curso no solucionará todos los problemas de comportamiento de tu perro. Los ejercicios de obediencia funcional que le enseñarás son una excelente base para solucionar muchos problemas, pero no son la solución a comportamientos conflictivos.
Si tu perro presenta problemas serios, como agresión o ansiedad por separación, tienes que buscar ayuda de un adiestrador o de otro profesional calificado que pueda trabajar personalmente contigo y tu perro. Es peligroso y suele ser contraproducente buscar la solución a esos problemas en Internet, así que si ese es tu caso, por favor busca apoyo profesional calificado.
Introducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
Curso de adiestramiento Nivel Básico
- Primera etapa
- Segunda etapa
- Tercera etapa
- Cuarta etapa
- Quinta etapa
Curso de adiestramiento Nivel Medio
Curso de adiestramiento Nivel Avanzado
Fuente de información
Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento Una sesión de adiestramiento es el tiempo que pasas entrenando continuamente un solo criterio. Es decir que en cada sesión te concentras en un solo aspecto de un ejercicio.En cambio, un período de adiestramiento es el tiempo continuo en que haces una o más sesiones de adiestramiento. Por ejemplo, si haces dos sesiones de Sentado continuas, seguidas de tres sesiones de Aquí, en el período de adiestramiento has hecho un total de cinco sesiones. Ten presente que en un período de adiestramiento puedes entrenar diferentes ejercicios, pero en cada sesión debes entrenar un solo ejercicio.Para que tus sesiones sean efectivas tienes que considerar los siguientes aspectos.
1. Duración.
Las sesiones de adiestramiento tienen que ser muy cortas. Al enseñarle a tu perro un nuevo ejercicio, cada sesión solamente tiene entre siete y 10 repeticiones del ejercicio.
Por eso, el tiempo que dura cada sesión en las primeras etapas de cada ejercicio va de 20 a 30 segundos. Sí, leíste bien, 20 a 30 segundos, no minutos. Esto no sólo facilita el aprendizaje, sino que te permite hacer tres o cuatro sesiones seguidas con pocos segundos de descanso.
Lógicamente en las etapas más avanzadas, cuando aumentes la duración de los ejercicios, las sesiones serán más largas, pero el tiempo irá en función de los ejercicios. En la descripción de cada ejercicio encontrarás información acerca del tiempo necesario, pero recuerda que las sesiones cortas facilitan el aprendizaje, especialmente si se trata de cachorros.
2. Momentos adecuados.
Como vas a usar comida para enseñarle los ejercicios a tu perro, los momentos ideales para entrenar son cinco minutos antes de sus comidas. Por ejemplo, si tu perro desayuna a las 8:00, almuerza a las 13:00 y cena a las 18:00, las horas ideales para entrenar son las 7:55, 12:55 y 17:55. Así estará motivado por la comida y podrás usar su comida regular para enseñarle nuevas cosas.
Es importante que cada ejercicio lo entrenes en diferentes horarios, para que tu perro no se acostumbre a responder solamente de día o solamente a cierta hora.
Lógicamente, cuando entrenes con distracciones en etapas avanzadas y cuando empieces a usar otros reforzadores (juegos, actividades de la vida cotidiana), también entrenarás en otros horarios, pero para enseñar nuevos ejercicios aprovecha los cinco minutos previos a las comidas.
3. Cuántas sesiones por día.
Un error muy frecuente es exigirle mucho al perro, especialmente cuando está aprendiendo. Eso solamente lo cansará y retrasará su adiestramiento o incluso lo hará imposible.
La cantidad de sesiones por día depende de la motivación de tu perro, así que es mejor que seas conservador en este sentido. Puedes empezar con alrededor de 12 sesiones distribuidas a lo largo del día. Eso te da un tiempo total de entre 12 y 15 minutos de adiestramiento diario.
Si tienes un cachorro que come cinco veces al día, puedes hacer solamente 10 sesiones por día, dos antes de cada comida. Si tu perro come tres veces, puedes hacer cuatro sesiones antes de cada comida. Si tu perro come dos veces, puedes hacer cuatro sesiones antes de cada comida y cuatro sesiones dispersa a lo largo del día, en horarios distantes de sus comidas (no cuando recién terminó de comer). Si tu perro come una sola vez al día puedes hacer cuatro sesiones antes de su comida y distribuye otras ocho a lo largo del día.
Si tienes horarios complicados y solamente puedes entrenar por la mañana y la noche (recuerda que no necesitas más de cinco minutos en cada momento), sólo haz cuatro sesiones en la mañana y cuatro en la noche. No te preocupes que eso no retrasará mucho el adiestramiento.
Ahora bien, si tienes disponibilidad de tiempo, lo mejor es que distribuyas las sesiones a lo largo del día. Esto facilitará el adiestramiento de tu perro y lo hará más agradable.
Fíjate por cuántas sesiones se mantiene motivado tu perro, sin hacer muchas seguidas, y ajusta el adiestramiento de acuerdo con eso. Por ejemplo, si tu perro se mantiene motivado solamente por dos sesiones seguidas (algo muy poco frecuente), empieza solamente con dos sesiones antes de cada comida. Poco a poco él se motivará más con el adiestramiento y podrás hacer cuatro o cinco sesiones seguidas antes de cada comida.
4. Comida y juegos
Al principio usarás comida como reforzador y luego usarás juegos. Tanto la comida como los juegos tienen que motivar a tu perro, así que elige cosas que le gusten. Eso sí, tanto la comida como los juegos tienen que ser seguros y saludables para tu perro.
Cuando enseñes un nuevo ejercicio, entrenarás en lugares sin distracciones, así que puedes entrenar con la comida regular de tu perro. Si estás entrenando justo antes de su horario de comer, la comida regular proporcionará suficiente motivación.
En ese caso, después de entrenar dale a tu perro su ración de comida menos la cantidad que usaste en las sesiones. Así obtendrá parte de su ración durante el adiestramiento y no consumirá más calorías de las que necesita. Si usas toda su ración en las sesiones (algo frecuente con perros de talla pequeña), entonces no le des comida adicional.
Para entrenar con distracciones y aumentar la dificultad de los ejercicios necesitarás usar comida más atractiva para tu perro, como carne, salchicha, pollo, pan, etc., pero recuerda que tiene que ser alimento saludable. No te preocupes que eso no durará por mucho tiempo, sólo necesitarás hacerlo por algunas sesiones.
El tamaño de la comida es importante para que puedas hacer varias repeticiones sin que tu perro se llene. Para un perro mediano (desde un cocker hasta un labrador) usa pedazos de comida apenas más grandes que una arveja. Un cuarto de rodaja de salchicha de aproximadamente tres milímetros de grosor es otra buena referencia.
Para perros más grandes puedes usar comida un poco más grande. Para perros más pequeños usa pedazos de comida un poco más pequeños. Para perros miniatura usa pedazos muy pequeños.
5. Lugares.
Durante las primeras etapas de cada ejercicio tienes que entrenar en lugares sin distracciones. Es mejor si entrenas dentro de tu casa o en un jardín o patio cercado, siempre y cuando no haya gente ni perros pasando del otro lado de la cerca que distraigan a tu perro. Así tu perro estará sin correa y te podrás concentrar en entrenar y no en jalonear a tu cachorro.
Un cuarto donde otras personas están viendo la televisión o hay gente conversando no es un lugar sin distracciones. Necesitas estar sólo con tu perro. Si es necesario enciérrate en tu cuarto para entrenar las primeras etapas.
Si por algún motivo te es imposible encontrar un lugar así en tu casa… vuelve a buscar. Es muy raro que no puedas encontrar un lugar libre de distracciones por cinco minutos. Pero si realmente no encuentras ese lugar en tu casa, busca una cancha, un parque vacío o una calle vacía donde puedas enseñar a tu perro. En este caso tendrás que usar comida mucho más atractiva porque aunque se trate de lugares vacíos habrá olores y otras distracciones. Eso sí, asegúrate que se trata de lugares seguros tanto para ti como para tu perro, y en este caso ten a tu mascota sujeta a la correa.
Para algunos ejercicios y en etapas avanzadas, ya entrenarás en lugares con distracciones. En cada criterio de adiestramiento encontrarás indicaciones sobre las características del lugar de adiestramiento adecuado.
6. Tasa de reforzamiento.
La tasa de reforzamiento es la frecuencia con que presentas el reforzador (la comida) a tu perro. Durante el aprendizaje de los ejercicios, la tasa de reforzamiento tiene que ser muy alta. Esto significa que tienes que reforzar las conductas cada dos a tres segundos. De esta manera, podrás hacer hasta 10 repeticiones por sesión en 20 a 30 segundos. ¿Parece difícil o exagerado? Ya vas a ver que no es nada difícil conseguir esa tasa de reforzamiento.
7. Timing.
El timing es la sincronía entre la conducta que estás entrenando y la presentación del reforzador. El reforzador tiene que aparecer inmediatamente después de la conducta que quieres reforzar (¿recuerdas las contingencias?). Para esto usarás el clicker o la señal de liberación.
Asegúrate de hacer sonar el clicker o decir la señal de liberación en el momento en que ocurre la conducta que estás entrenando. Esto te permite dar la comida un poco después sin perder timing. Sin embargo, si haces sonar el clicker o das la señal de liberación antes de que ocurra la conducta o mucho después, reforzarás conductas diferentes a las que quieres entrenar.
8. Criterio.
Los criterios de adiestramiento son pasos intermedios para conseguir un objetivo final. Por ejemplo, para que tu perro acuda al llamado primero tienes que conseguir:
- Que se acerque a ti voluntariamente, sin llamarlo.
- Que acuda a tu llamado a tres pasos de distancia.
- Que acuda a tu llamado a cinco pasos de distancia.
- Que acuda a tu llamado a ocho pasos de distancia.
- Que acuda a tu llamado a tres pasos de distancia con distracciones.
- Que acuda a tu llamado a cinco pasos de distancia con distracciones.
- Etc.
Al seguir esa secuencia estás aumentando el criterio de adiestramiento. Si aumentas el criterio gradualmente, como se ve en la secuencia anterior, facilitarás el proceso de aprendizaje y el adiestramiento será más fluido. En cambio si aumentas el criterio bruscamente (por ejemplo introduciendo distracciones muy pronto) perjudicarás el aprendizaje y tu perro no presentará las conductas que quieres. En consecuencia, la tasa de reforzamiento caerá, tu perro se frustrará, te será difícil enseñarle nuevos ejercicios y los ejercicios que ya sabe se irán deteriorando.
A lo largo del curso encontrarás criterios de adiestramiento que aumentan gradualmente. Síguelos en la secuencia que se presentan y no tendrás problemas. No los pases por alto aunque te parezcan absurdos. Están ahí por una razón.
9. Planificación.
Un error muy común es iniciar una sesión de adiestramiento sin haberla planificado y tratar de improvisar. Eso no sirve. Solamente te hace repetir cosas que ya has conseguido o aumentar demasiado los criterios, frustrando a tu perro.
Es importante planificar las sesiones. Antes de cada sesión tienes que saber qué criterio vas a entrenar, cuántas repeticiones vas a hacer y en qué condiciones (lugar, distracciones, etc.) vas a entrenar. Como ves no es necesario escribir el plan en un papel, solamente tienes que saber lo que vas a hacer.
También es bueno prever posibles problemas. Por ejemplo, qué vas a hacer si tu perro se distrae en media sesión o si no se motiva lo suficiente.
Además, es importante que sepas de antemano cuántas sesiones seguidas vas a hacer. Por ejemplo: dos sesiones de Sentado y dos de Aquí, cada una de siete repeticiones.
10. Registro.
Otro error es no registrar tu progreso. Es importante hacerlo para que sepas con certeza cómo está yendo el adiestramiento y no te engañes pensando que todo va bien cuando no es así, ni te estanques en una etapa que ya has superado.
El registro no tiene que ser muy minucioso. Solamente necesitas saber qué criterios todavía estás trabajando y cuáles ya has superado. Aquí puedes descargar un archivo de registro para todos los criterios del curso.
En las hojas de seguimiento para cada criterio de adiestramiento tienes una casilla I, nueve casillas numeradas y una casilla S. Debes marcar la casilla I cuando hayas iniciado el criterio correspondiente. Las casillas numeradas son para que marques cuántas generalizaciones has hecho (diferentes lugares, diferentes posiciones, etc.) y la casilla S es para que la marques cuando has superado el criterio en cuestión.
11. Cantidad de ejercicios.
En cada sesión tienes que hacer un solo criterio de un solo ejercicio. No mezcles criterios ni ejercicios en cada sesión. Lo que sí puedes hacer es entrenar un ejercicio en una sesión y otro en la sesión siguiente.
12. Ejemplo.
Para que te sea más claro todo esto, a continuación tienes un ejemplo de cómo harías cuatro sesiones seguidas antes del desayuno de tu perro, en las que entrenas dos ejercicios:
- Criterio: Sentado nb.e1.c1. 10 repeticiones en 30 segundos.
- Registrar el avance: 15 segundos.
- Criterio: Sentado nb.e1.c1. Otras 10 repeticiones en 30 segundos.
- Registrar el avance: 15 segundos.
- Criterio: Reconocer el nombre nb.e1.c1. 10 repeticiones en 15 segundos.
- Registrar el avance: 15 segundos.
- Criterio: Reconocer el nombre nb.e1.c1. Otras 10 repeticiones en 15 segundos.
- Registrar el avance: 15 segundos.
Como puedes ver, son cuatro sesiones seguidas (en un mismo período de adiestramiento) en las que has entrenado el primer criterio de la primera etapa del primer nivel de los ejercicios Sentado y Reconocer el nombre. En cada sesión te concentras en un solo criterio. El tiempo total es de 150 segundos o 2,5 minutos.
Curso de Adiestramiento CaninoIntroducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
Todos los ejercicios que le enseñarás a tu perro van asociados con alguna señal que puede ser visual (un gesto), verbal (una palabra) o ambiental (la presencia de algún elemento).
En el adiestramiento tradicional se llama órdenes o comandos a las señales visuales y verbales, y no se presta mucha atención a las señales ambientales. En este curso las vamos a llamar señales, porque cuando entrenamos en positivo, al perro no le ordenamos que haga una u otra cosa, sino que se lo pedimos. Curiosamente, estos pedidos tienen más poder de convicción que las órdenes secas y tajantes.
Diviértete entrenando
Entrenar a tu perro no tiene porqué ser una lucha de poderes en la que tienes que ser el dominante o el macho alfa. Aunque esa es una idea muy difundida, es errónea. Es mucho más fácil conseguir que tu perro te haga caso cuando eres su amigo que cuando quieres someterlo. Como dice el refrán, se atrapan más moscas con miel que con hiel.
Además de enseñarle ejercicios a tu perro, durante el adiestramiento tienes que crear una buena relación con él. Así que disfruta las sesiones, llévalas a cabo como juegos divertidos en los que aprendes a comprender a tu perro y él aprende a comprenderte a ti. Lleva a cabo las sesiones relajado y de buen humor y verás que tu perro aprende más rápido y responde mejor que cuando lo quieres dominar.
Curso de adiestramiento canino. En este curso aprenderás a entrenar ejercicios de obediencia canina que son útiles en la vida real.Las técnicas que aprenderás sirven para entrenar cachorros desde 2 meses de edad hasta perros adultos, así que no importa la edad de tu perro, siempre y cuando tenga buena salud. Por supuesto, si se trata de un cachorro muy pequeño, tendrás que ser más paciente y no exigirle demasiado, ya que todavía no tiene muy desarrolladas ni la concentración ni la coordinación.Además de los procedimientos estándar para entrenar perros adolescentes y adultos, cuando corresponda encontrarás recomendaciones para entrenar cachorros pequeños, es decir de 2 a 5 meses de edad.A lo largo del curso tu perro aprenderá a:
- Acudir al llamado.
- Caminar sin tirar de la correa.
- Echarse y quedarse echado cuando se lo pides.
- Entusiasmarse ante el sonido del clicker y la señal de liberación.
- Ignorar cosas cuando se lo pides.
- Jugar al tira y afloja cuando se lo pides y soltar el juguete también cuando se lo pides.
- Mirarte a los ojos cuando se lo pides.
- Mirarte con frecuencia cuando están fuera de casa.
- Reconocer su nombre.
- Saludar correctamente a las personas, sin saltar sobre ellas.
- Sentarse y quedarse sentado cuando se lo pides.
- Tocar cosas a pedido con su nariz y sus patas.
Consideraciones a tomar en cuenta
Si bien el curso de adiestramiento te permitirá entrenar perros de diferentes edades, tienes que tomar en cuenta que no es adecuado para todos los perros ni en todas las situaciones.
En primer lugar, tu perro tiene que estar en buenas condiciones de salud para seguir este curso. Un perro enfermo o herido debe ser tratado clínicamente antes de empezar su entrenamiento. Además, un perro con alguna condición particular puede presentar problemas con ciertos ejercicios. Por ejemplo, perros con displasia de cadera quizás sientan alguna molestia o dolor al sentarse. Así que asegúrate que tu perro está en buenas condiciones de salud antes de iniciar su adiestramiento. En caso de dudas, consulta con el veterinario.
Si tu perro es todavía un cachorro pequeño, es muy probable que no tenga todas sus vacunas. En ese caso, solamente debes entrenar dentro de casa, aún cuando los ejercicios indiquen entrenar en exteriores.
También tienes que saber que este curso no solucionará todos los problemas de comportamiento de tu perro. Los ejercicios de obediencia funcional que le enseñarás son una excelente base para solucionar muchos problemas, pero no son la solución a comportamientos conflictivos.
Si tu perro presenta problemas serios, como agresión o ansiedad por separación, tienes que buscar ayuda de un adiestrador o de otro profesional calificado que pueda trabajar personalmente contigo y tu perro. Es peligroso y suele ser contraproducente buscar la solución a esos problemas en Internet, así que si ese es tu caso, por favor busca apoyo profesional calificado.
Introducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
Curso de adiestramiento Nivel Básico
- Primera etapa
- Segunda etapa
- Tercera etapa
- Cuarta etapa
- Quinta etapa
Curso de adiestramiento Nivel Medio
Curso de adiestramiento Nivel Avanzado
Fuente de información
Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
A medida que el adiestramiento de tu perro avance, te darás cuenta que la mayoría de los ejercicios comparten un conjunto general de criterios a superar.
Estos criterios son:
Conseguir la conducta. Consiste simplemente en conseguir que tu perro haga la conducta que buscas entrenar en respuesta a una señal. Por ejemplo, conseguir que tu perro se siente cuando dices «Sentado» o cuando haces una señal con la mano.
- Perfeccionar la conducta. Una vez que has conseguido la conducta, tienes que perfeccionarla para que sea tal como quieres. Con perros que solamente son compañeros en el hogar y con cachorros, no hay mucho que perfeccionar en la mayoría de los ejercicios. Si el perro se sienta cuando se lo pides y si acude cuando lo llamas está bien. Sin embargo, los perros deportivos (schutzhund, agility, etc.) y los perros de trabajo (de servicio, policía, etc.) tienen que realizar las conductas con ciertas características. Por ejemplo, sentarse correctamente balanceados sin ladearse a un costado o sentarse frente al guía después de acudir.
- Latencia. En la mayoría de los ejercicios es importante reducir la latencia para que la respuesta sea lo más pronta posible. Especialmente el llamado, la latencia tiene que ser mínima, ya que el perro debe responder inmediatamente.
- Discriminación. Tu perro debe discriminar correctamente las diferentes señales y ejecutar los ejercicios correspondientes. Por ejemplo, cuando le dices «Sentado» solamente debe sentarse, no echarse ni acudir a tu lado.
- Duración. En muchos de los ejercicios también necesitas conseguir una duración determinada. Por ejemplo, que tu perro permanezca sentado por un tiempo.
- Distancia. La distancia tiene dos componentes. Por un lado, tu perro debe responder a distancia. Por otro lado, debe mantener el ejercicio (por ejemplo, quedarse quieto) mientras tú te alejas.
- Distracciones. Tu perro debe responder aunque existan distracciones en el lugar.
- Diversidad. Tu perro debe responder correctamente en diferentes lugares. Esto es la generalización de respuesta del condicionamiento operante. Para conseguirla hay que reentrenar cada ejercicio en diferentes lugares, porque los perros no generalizan con facilidad. Esto es muy importante y por eso tienes nueve casillas numeradas para cada criterio de adiestramiento en las hojas de seguimiento. Debes marcar cada casilla cuando hayas generalizado (vuelto a entrenar) cada criterio en situaciones o lugares diferentes.
En cada ejercicio encontrarás estos criterios, aunque en la mayoría estarán desglosados en criterios más pequeños aún.
Curso de Adiestramiento CaninoIntroducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
A lo largo del curso tu perro aprenderá a:
- Acudir al llamado.
- Caminar sin tirar de la correa.
- Echarse y quedarse echado cuando se lo pides.
- Entusiasmarse ante el sonido del clicker y la señal de liberación.
- Ignorar cosas cuando se lo pides.
- Jugar al tira y afloja cuando se lo pides y soltar el juguete también cuando se lo pides.
- Mirarte a los ojos cuando se lo pides.
- Mirarte con frecuencia cuando están fuera de casa.
- Reconocer su nombre.
- Saludar correctamente a las personas, sin saltar sobre ellas.
- Sentarse y quedarse sentado cuando se lo pides.
- Tocar cosas a pedido con su nariz y sus patas.
Consideraciones a tomar en cuenta
Si bien el curso de adiestramiento te permitirá entrenar perros de diferentes edades, tienes que tomar en cuenta que no es adecuado para todos los perros ni en todas las situaciones.
Si tu perro presenta problemas serios, como agresión o ansiedad por separación, tienes que buscar ayuda de un adiestrador o de otro profesional calificado que pueda trabajar personalmente contigo y tu perro. Es peligroso y suele ser contraproducente buscar la solución a esos problemas en Internet, así que si ese es tu caso, por favor busca apoyo profesional calificado.
Introducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
Curso de adiestramiento Nivel Básico
- Primera etapa
- Segunda etapa
- Tercera etapa
- Cuarta etapa
- Quinta etapa
Curso de adiestramiento Nivel Medio
Curso de adiestramiento Nivel Avanzado
(Fuente de información www.deperros.org)Adiestramiento, criterios en los ejercicios de obediencia canina
Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
A medida que el adiestramiento de tu perro avance, te darás cuenta que la mayoría de los ejercicios comparten un conjunto general de criterios a superar.
Estos criterios son:
Conseguir la conducta. Consiste simplemente en conseguir que tu perro haga la conducta que buscas entrenar en respuesta a una señal. Por ejemplo, conseguir que tu perro se siente cuando dices «Sentado» o cuando haces una señal con la mano.
- Perfeccionar la conducta. Una vez que has conseguido la conducta, tienes que perfeccionarla para que sea tal como quieres. Con perros que solamente son compañeros en el hogar y con cachorros, no hay mucho que perfeccionar en la mayoría de los ejercicios. Si el perro se sienta cuando se lo pides y si acude cuando lo llamas está bien. Sin embargo, los perros deportivos (schutzhund, agility, etc.) y los perros de trabajo (de servicio, policía, etc.) tienen que realizar las conductas con ciertas características. Por ejemplo, sentarse correctamente balanceados sin ladearse a un costado o sentarse frente al guía después de acudir.
- Latencia. En la mayoría de los ejercicios es importante reducir la latencia para que la respuesta sea lo más pronta posible. Especialmente el llamado, la latencia tiene que ser mínima, ya que el perro debe responder inmediatamente.
- Discriminación. Tu perro debe discriminar correctamente las diferentes señales y ejecutar los ejercicios correspondientes. Por ejemplo, cuando le dices «Sentado» solamente debe sentarse, no echarse ni acudir a tu lado.
- Duración. En muchos de los ejercicios también necesitas conseguir una duración determinada. Por ejemplo, que tu perro permanezca sentado por un tiempo.
- Distancia. La distancia tiene dos componentes. Por un lado, tu perro debe responder a distancia. Por otro lado, debe mantener el ejercicio (por ejemplo, quedarse quieto) mientras tú te alejas.
- Distracciones. Tu perro debe responder aunque existan distracciones en el lugar.
- Diversidad. Tu perro debe responder correctamente en diferentes lugares. Esto es la generalización de respuesta del condicionamiento operante. Para conseguirla hay que reentrenar cada ejercicio en diferentes lugares, porque los perros no generalizan con facilidad. Esto es muy importante y por eso tienes nueve casillas numeradas para cada criterio de adiestramiento en las hojas de seguimiento. Debes marcar cada casilla cuando hayas generalizado (vuelto a entrenar) cada criterio en situaciones o lugares diferentes.
En cada ejercicio encontrarás estos criterios, aunque en la mayoría estarán desglosados en criterios más pequeños aún.
Curso de Adiestramiento CaninoIntroducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
A lo largo del curso tu perro aprenderá a:
- Acudir al llamado.
- Caminar sin tirar de la correa.
- Echarse y quedarse echado cuando se lo pides.
- Entusiasmarse ante el sonido del clicker y la señal de liberación.
- Ignorar cosas cuando se lo pides.
- Jugar al tira y afloja cuando se lo pides y soltar el juguete también cuando se lo pides.
- Mirarte a los ojos cuando se lo pides.
- Mirarte con frecuencia cuando están fuera de casa.
- Reconocer su nombre.
- Saludar correctamente a las personas, sin saltar sobre ellas.
- Sentarse y quedarse sentado cuando se lo pides.
- Tocar cosas a pedido con su nariz y sus patas.
Consideraciones a tomar en cuenta
Si bien el curso de adiestramiento te permitirá entrenar perros de diferentes edades, tienes que tomar en cuenta que no es adecuado para todos los perros ni en todas las situaciones.
Si tu perro presenta problemas serios, como agresión o ansiedad por separación, tienes que buscar ayuda de un adiestrador o de otro profesional calificado que pueda trabajar personalmente contigo y tu perro. Es peligroso y suele ser contraproducente buscar la solución a esos problemas en Internet, así que si ese es tu caso, por favor busca apoyo profesional calificado.
Introducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
Curso de adiestramiento Nivel Básico
- Primera etapa
- Segunda etapa
- Tercera etapa
- Cuarta etapa
- Quinta etapa
Curso de adiestramiento Nivel Medio
Curso de adiestramiento Nivel Avanzado
(Fuente de información www.deperros.org)Etología canina:
La dominancia en el adiestramiento canino
La etología es la rama de la biología conductual que estudia el comportamiento natural de los animales, concentrándose principalmente en las conductas instintivas.
A partir de la década de los 40, algunos científicos emplearon a los lobos como modelos para estudiar, desde la perspectiva etológica, las relaciones en grupos de animales sociales. Estos estudios dieron origen a las ideas de la dominancia y el estatus «alfa» de los lobos dominantes.
En el adiestramiento canino se habla con frecuencia de jerarquías, dominancia, «perro alfa» (perro dominante), castigo jerárquico y otras cosas similares. Es común que los problemas de conducta del perro se asocien, equivocadamente, con la dominancia: si el perro jala la correa es dominante, si sube a la cama es dominante, si come antes es dominante, si gruñe o ladra es dominante, etc.
La verdad es que las jerarquías entre perros no son estables, sino dinámicas, y normalmente no se determinan por la fuerza. Más aún, en muchas interacciones entre perros no existen actitudes de dominancia de ningún tipo, ya que no es necesario establecer jerarquías en todo contacto social. Las únicas interacciones que suelen derivar en lucha son las que tienen que ver con el acceso a recursos limitados, como hembras en celo o comida (en ciertas circunstancias).
Por tanto, olvídate de las ideas de la dominancia y el «perro alfa». No necesitas apelar a estos conceptos erróneos para entrenar a tu perro. De hecho, estas ideas han causado más daños que beneficios en el adiestramiento canino.
Podrás controlar la conducta de tu perro controlando los recursos que son importantes para él, como la comida, los juguetes, los paseos, etc.
Existen cuatro técnicas para someter al perro, que son particularmente peligrosas porque pueden provocar una reacción defensiva por parte del animal. NUNCA las debes realizar porque, además de ser riesgosas, arruinarán la relación que tienes con tu perro. Estas técnicas son:
- Mantener al perro de espaldas, sujetándolo por las mejillas o el cuello hasta que deje de ofrecer resistencia. Esta técnica se conoce como «alpha roll-over» o «dominance down» y es muy dañina.
- Levantar al perro sujetándolo del pellejo de la grupa y el cuello.
- Sujetar al perro por el pellejo del cuello y arrastrarlo o zarandearlo.
- Arrastrar al perro sujetándolo por el hocico.
Te menciono estas técnicas para que las reconozcas por si algún adiestrador de la vieja escuela te las sugiere, pero por favor no las realices. Tu perro no se merece ese maltrato.
Signos de estrés
Aunque muchos manuales de adiestramiento hablan acerca de la etología canina (real o ficticia), pocos son los que explican el lenguaje corporal de los perros. Este lenguaje es importante porque te permite interpretar el estado emocional de tu perro, aunque sólo sea de manera general.
Aunque no puedo explicar en detalle el lenguaje corporal del perro en un artículo, a continuación te indico algunas conductas básicas que presentan los perros cuando se sienten estresados, confundidos o amenazados. Si tu perro se siente estresado, confundido o amenazado durante las sesiones de adiestramiento, puede presentar alguna o varias de las siguientes conductas:
- Gira la cabeza hacia un costado, evitando el contacto visual.
- No acepta comida.
- Se rasca.
- Se mordisquea a sí mismo.
- Mordisquea objetos constantemente.
- Se lame el cuerpo.
- Lame repetidamente sus labios o nariz.
- Olfatea el suelo.
- Se queda inmóvil o realiza movimientos muy lentos.
- Se echa de espaldas (panza arriba).
- Bosteza.
- Hace pis.
- En machos, erección del pene sin motivación sexual.
Estos no son los únicos signos de estrés y ansiedad en perros, pero son los más comunes. Por supuesto, estos signos dependen del contexto. Si tu perro acaba de comer, quizás no acepte comida porque está lleno. O puede rascarse porque le pica algo, olfatear el suelo porque encontró un olor interesante, mordisquear sus juguetes porque está jugando, hacer pis porque tiene ganas, etc. Sin embargo, estas conductas serán muy raras durante las sesiones de adiestramiento.
Etología canina:
La dominancia en el adiestramiento canino
La etología es la rama de la biología conductual que estudia el comportamiento natural de los animales, concentrándose principalmente en las conductas instintivas.
A partir de la década de los 40, algunos científicos emplearon a los lobos como modelos para estudiar, desde la perspectiva etológica, las relaciones en grupos de animales sociales. Estos estudios dieron origen a las ideas de la dominancia y el estatus «alfa» de los lobos dominantes.
En el adiestramiento canino se habla con frecuencia de jerarquías, dominancia, «perro alfa» (perro dominante), castigo jerárquico y otras cosas similares. Es común que los problemas de conducta del perro se asocien, equivocadamente, con la dominancia: si el perro jala la correa es dominante, si sube a la cama es dominante, si come antes es dominante, si gruñe o ladra es dominante, etc.
La verdad es que las jerarquías entre perros no son estables, sino dinámicas, y normalmente no se determinan por la fuerza. Más aún, en muchas interacciones entre perros no existen actitudes de dominancia de ningún tipo, ya que no es necesario establecer jerarquías en todo contacto social. Las únicas interacciones que suelen derivar en lucha son las que tienen que ver con el acceso a recursos limitados, como hembras en celo o comida (en ciertas circunstancias).
Por tanto, olvídate de las ideas de la dominancia y el «perro alfa». No necesitas apelar a estos conceptos erróneos para entrenar a tu perro. De hecho, estas ideas han causado más daños que beneficios en el adiestramiento canino.
Podrás controlar la conducta de tu perro controlando los recursos que son importantes para él, como la comida, los juguetes, los paseos, etc.
Existen cuatro técnicas para someter al perro, que son particularmente peligrosas porque pueden provocar una reacción defensiva por parte del animal. NUNCA las debes realizar porque, además de ser riesgosas, arruinarán la relación que tienes con tu perro. Estas técnicas son:
- Mantener al perro de espaldas, sujetándolo por las mejillas o el cuello hasta que deje de ofrecer resistencia. Esta técnica se conoce como «alpha roll-over» o «dominance down» y es muy dañina.
- Levantar al perro sujetándolo del pellejo de la grupa y el cuello.
- Sujetar al perro por el pellejo del cuello y arrastrarlo o zarandearlo.
- Arrastrar al perro sujetándolo por el hocico.
Te menciono estas técnicas para que las reconozcas por si algún adiestrador de la vieja escuela te las sugiere, pero por favor no las realices. Tu perro no se merece ese maltrato.
Signos de estrés
Aunque muchos manuales de adiestramiento hablan acerca de la etología canina (real o ficticia), pocos son los que explican el lenguaje corporal de los perros. Este lenguaje es importante porque te permite interpretar el estado emocional de tu perro, aunque sólo sea de manera general.
Aunque no puedo explicar en detalle el lenguaje corporal del perro en un artículo, a continuación te indico algunas conductas básicas que presentan los perros cuando se sienten estresados, confundidos o amenazados. Si tu perro se siente estresado, confundido o amenazado durante las sesiones de adiestramiento, puede presentar alguna o varias de las siguientes conductas:
- Gira la cabeza hacia un costado, evitando el contacto visual.
- No acepta comida.
- Se rasca.
- Se mordisquea a sí mismo.
- Mordisquea objetos constantemente.
- Se lame el cuerpo.
- Lame repetidamente sus labios o nariz.
- Olfatea el suelo.
- Se queda inmóvil o realiza movimientos muy lentos.
- Se echa de espaldas (panza arriba).
- Bosteza.
- Hace pis.
- En machos, erección del pene sin motivación sexual.
Estos no son los únicos signos de estrés y ansiedad en perros, pero son los más comunes. Por supuesto, estos signos dependen del contexto. Si tu perro acaba de comer, quizás no acepte comida porque está lleno. O puede rascarse porque le pica algo, olfatear el suelo porque encontró un olor interesante, mordisquear sus juguetes porque está jugando, hacer pis porque tiene ganas, etc. Sin embargo, estas conductas serán muy raras durante las sesiones de adiestramiento.
Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
El problema inicial en cada ejercicio es cómo conseguir que tu perro ejecute la conducta que quieres entrenar. Para esto vas a usar cuatro estrategias:
Atracción. Consiste en guiar a tu perro con algo que le interesa para conseguir la conducta que a ti te interesa. Generalmente guiarás con comida. Por ejemplo, llevando la comida por encima de su cabeza puedes conseguir que se siente.
- Captura. Consiste en esperar a que el perro realice una acción naturalmente y reforzar esa acción. Por ejemplo, esperas a que tu perro se eche voluntariamente y entonces refuerzas esa conducta.
- Moldeado. Consiste en moldear la conducta reforzando pequeñas aproximaciones a la conducta que deseas entrenar. Por ejemplo, para conseguir que tu perro se eche puedes empezar reforzando que se siente, luego que baje su cabeza, luego que adelante una pata delantera, luego que adelante la otra y así sucesivamente hasta que se echa completamente.
- Encadenamiento de conductas. Consiste en unir varias conductas simples en secuencia, para dar lugar a una conducta compleja. Por ejemplo, para enseñarle a tu perro a acudir desde la posición de echado, primero debes enseñarle a echarse, a quedarse quieto y a acudir a tu llamado, cada cosa por separado. Luego debes unir esas conductas en la secuencia echado-quieto-acudir al llamado. Eso es una cadena de conductas.
En pocos ejercicios usarás estas estrategias en estado puro. En la mayoría de los ejercicios las usarás combinadas, por ejemplo atrayendo con comida a tu perro pero al mismo tiempo reforzando pequeñas aproximaciones al resultado final.
Curso de Adiestramiento CaninoIntroducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
A lo largo del curso tu perro aprenderá a:
- Acudir al llamado.
- Caminar sin tirar de la correa.
- Echarse y quedarse echado cuando se lo pides.
- Entusiasmarse ante el sonido del clicker y la señal de liberación.
- Ignorar cosas cuando se lo pides.
- Jugar al tira y afloja cuando se lo pides y soltar el juguete también cuando se lo pides.
- Mirarte a los ojos cuando se lo pides.
- Mirarte con frecuencia cuando están fuera de casa.
- Reconocer su nombre.
- Saludar correctamente a las personas, sin saltar sobre ellas.
- Sentarse y quedarse sentado cuando se lo pides.
- Tocar cosas a pedido con su nariz y sus patas.
Consideraciones a tomar en cuenta
Si bien el curso de adiestramiento te permitirá entrenar perros de diferentes edades, tienes que tomar en cuenta que no es adecuado para todos los perros ni en todas las situaciones.
Si tu perro presenta problemas serios, como agresión o ansiedad por separación, tienes que buscar ayuda de un adiestrador o de otro profesional calificado que pueda trabajar personalmente contigo y tu perro. Es peligroso y suele ser contraproducente buscar la solución a esos problemas en Internet, así que si ese es tu caso, por favor busca apoyo profesional calificado.
Introducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
Curso de adiestramiento Nivel Básico
- Primera etapa
- Segunda etapa
- Tercera etapa
- Cuarta etapa
- Quinta etapa
Curso de adiestramiento Nivel Medio
Curso de adiestramiento Nivel Avanzado
(Fuente de información www.deperros.org)
Canine ethology
Abstract: The prevailing view of a wolf (Canis lupus) pack is that of a group of individuals ever vying for dominance but held in check by the «alpha» pair, the alpha male and the alpha female.
Most research on the social dynamics of wolf packs, however, has been conducted on non-natural assortments of captive wolves. Here I describe the wolf-pack social order as it occurs in nature, discuss the alpha concept and social dominance and submission, and present data on the precise relationships among members in free-living packs based on a literature review and 13 summers of observations of wolves on Ellesmere Island, Northwest Territories, Canada. I conclude that the typical wolf pack is a family, with the adult parents guiding the activities of the group in a division-of-labor system in which the female predominates primarily in such activities as pup care and defense and the male primarily during foraging and food-provisioning and the travels associated with them.
This resource is based on the following source (Northern Prairie Publication 1078):
Mech, L. David. 1999. Alpha status, dominance, and division of labor
in wolf packs. Canadian Journal of Zoology 77:1196-1203.
This resource should be cited as:
Mech, L. David. 1999. Alpha status, dominance, and division of labor
in wolf packs. Canadian Journal of Zoology 77:1196-1203.
Jamestown, ND: Northern Prairie Wildlife Research Center Online.
http://www.npwrc.usgs.gov/resource/mammals/alstat/index.htm
(Version 16MAY2000).
(Texto Traducido)
Etología canina
El punto de vista predominante de un lobo (Canis lupus) paquete es el de un grupo de personas cada vez que compiten por el dominio, pero contenida por el par «alfa», el macho alfa y la hembra alfa.
Mayoría de las investigaciones sobre la dinámica social de las manadas de lobos, sin embargo, se ha llevado a cabo en grupos heterogéneos no naturales de lobos en cautividad. Aquí describo el orden social manada de lobos, ya que se produce en la naturaleza, discutir el concepto alfa y la dominancia social y la sumisión, y presentar datos sobre las relaciones precisas entre los miembros en packs de vida libre sobre la base de una revisión de la literatura y de 13 veranos de observaciones de lobos de la isla de Ellesmere, Territorios del Noroeste, Canadá. Llego a la conclusión de que el paquete típico lobo es una familia, con los padres adultos que guía las actividades del grupo en un sistema de división del trabajo en la que la mujer predomina principalmente en actividades tales como el cuidado de las crías y la defensa y el macho principalmente durante forrajeo y -el suministro de alimentos y los recorridos asociados con ellos.
Este recurso se basa en la siguiente fuente (Publicación del Norte Prairie 1078):
Mech, L. David. 1999. Estado Alfa, la dominación, y la división del trabajo
en las manadas de lobos. Canadian Journal of Zoology 77:1196-1203.
Este recurso debería citarse como:
Mech, L. David. 1999. Estado Alfa, la dominación, y la división del trabajo
en las manadas de lobos. Canadian Journal of Zoology 77:1196-1203.
Jamestown, ND: Northern Prairie Wildlife Research Center Online.
http://www.npwrc.usgs.gov/resource/mammals/alstat/index.htm
(Versión 16MAY2000).
Cuando surgen problemas en el adiestramiento
Durante las sesiones de adiestramiento tu perro tiene que estar alegre de entrenar. De la misma manera, cuando tu perro realiza un ejercicio en la vida real, tiene que hacerlo motivado y no por obligación.
Sin embargo, es frecuente que aparezcan problemas durante el adiestramiento. Ten por seguro que te encontrarás con algunos de ellos. Eso no es algo malo siempre y cuando sepas cómo evaluarlos y resolverlos. Incluso los entrenadores experimentados tienen problemas con el adiestramiento en ciertas ocasiones.
Si tu perro no muestra ningún progreso al cabo de tres o cuatro días, si los ejercicios que antes hacía bien se van deteriorando o si no se nota entusiasta, considera los siguientes factores:
- Nivel de privación. Si tu perro no responde adecuadamente, asegúrate que está con hambre antes de entrenar. Esto no significa que le hagas pasar hambre, sino que tienes que entrenar antes de sus comidas. Si acaba de comer, no podrás motivarlo con comida. De igual manera, cuando uses juegos como reforzadores tu perro tiene que estar con ganas de jugar. Si acaba de jugar intensamente y está cansado, no le interesará perseguir la pelota o mordisquear la cuerda.
- Cantidad y calidad del reforzador. Si tu perro no se motiva con la comida que usas para entrenar, prueba otras cosas. Generalmente la comida regular sirve si es que entrenas antes de sus horarios de comer, pero en algunos casos vale la pena usar otro tipo de comida. También es bueno darle un puñado de comida en algunas respuestas excepcionales, como un «premio mayor». Esto sólo en contadas ocasiones y como consecuencia de respuestas extraordinarias.
- Lugar de adiestramiento. Si empiezas a entrenar en un lugar con distracciones será muy difícil que tu perro te preste atención. Asegúrate que el lugar en que enseñas los ejercicios sea libre de distracciones.
- Duración/cantidad de sesiones. Un error muy frecuente es hacer sesiones muy largas o hacer muchas sesiones seguidas, cansando al perro. Si notas que tu perro pierde interés, piensa si estás haciendo sesiones muy largas o muchas sesiones seguidas. Cambia eso y haz pocas sesiones y de corta duración.
- Novedad de la señal. Si una señal se ha vuelto irrelevante para tu perro, será difícil que la asocie con una conducta en particular, así que es mejor que uses otra señal nueva. Por ejemplo, si dices con frecuencia el nombre de tu perro sin que eso esté asociado a nada, tu perro habrá aprendido a ignorar su nombre. En ese caso es mejor que uses otra señal (otra palabra) para llamar su atención.
- Timing. Verifica si tu timing es adecuado. Recuerda que si el reforzador aparece antes de la conducta que quieres entrenar no tendrá ningún efecto. De igual manera, si el reforzador aparece mucho después, tampoco tendrá efecto.
- Tasa de reforzamiento. Si estás reforzando cada cuatro o cinco segundos, o incluso con más tiempo entre refuerzos durante las primeras etapas, es seguro que tu tasa de reforzamiento es muy baja. Las sesiones durarán mucho y tu perro se frustrará y aburrirá. Asegúrate que tu tasa de reforzamiento es elevada.
- Criterio de adiestramiento. Otro error frecuente es levantar mucho el criterio de adiestramiento. Mucha gente piensa que apenas sus perros responden a una señal ya pueden usar esa señal en la vida cotidiana, y se sorprenden cuando el perro no les responde en situaciones diferentes a aquellas en las que entrenaron. Avanza poco a poco sin querer saltar criterios.
- Generalización. Es muy importante generalizar los ejercicios del curso en diferentes lugares. Esto significa volver a entrenarlos en diferentes lugares, sólo que cada vez será más fácil y rápido hacerlo. Si no generalizas los ejercicios, tu perro solamente responderá en un lugar. Las hojas de seguimiento tienen nueve casillas numeradas para que registres la generalización de cada criterio. Usa esas casillas para registrar que volviste a entrenar un criterio en diferentes lugares, bajo diferentes circunstancias o en diferentes ubicaciones. Haz la evaluación de cada criterio después de haberlo generalizado.
- Mantenimiento. También es importante mantener el adiestramiento. Mucha gente entrena a sus perros y luego nunca más vuelve a hacer una sesión. Entonces, los perros se van olvidando las cosas hasta que ya no responden a ninguno de los ejercicios. El mantenimiento de los ejercicios aprendidos será cada vez menos demandante, pero si notas que algún ejercicio se va deteriorando, vuelve a hacer sesiones sistemáticas de ese ejercicio para fortalecerlo. Después de unos años, estas conductas se habrán convertido en hábitos y serán resistentes, pero aún así tendrás que hacer mantenimiento cada cierto tiempo.
Introducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
A lo largo del curso tu perro aprenderá a:
- Acudir al llamado.
- Caminar sin tirar de la correa.
- Echarse y quedarse echado cuando se lo pides.
- Entusiasmarse ante el sonido del clicker y la señal de liberación.
- Ignorar cosas cuando se lo pides.
- Jugar al tira y afloja cuando se lo pides y soltar el juguete también cuando se lo pides.
- Mirarte a los ojos cuando se lo pides.
- Mirarte con frecuencia cuando están fuera de casa.
- Reconocer su nombre.
- Saludar correctamente a las personas, sin saltar sobre ellas.
- Sentarse y quedarse sentado cuando se lo pides.
- Tocar cosas a pedido con su nariz y sus patas.
Consideraciones a tomar en cuenta
Si bien el curso de adiestramiento te permitirá entrenar perros de diferentes edades, tienes que tomar en cuenta que no es adecuado para todos los perros ni en todas las situaciones.
Si tu perro presenta problemas serios, como agresión o ansiedad por separación, tienes que buscar ayuda de un adiestrador o de otro profesional calificado que pueda trabajar personalmente contigo y tu perro. Es peligroso y suele ser contraproducente buscar la solución a esos problemas en Internet, así que si ese es tu caso, por favor busca apoyo profesional calificado.
Introducción al curso de adiestramiento canino
- Cómo seguir el curso
- Tu primer ejercicio: haz un etograma de tu perro
- Fundamentos de la modificación de conductas
- Equipo y ayudantes que necesitas para el curso
- Cómo llevar a cabo una sesión de adiestramiento
- Ocho criterios comunes en los ejercicios de obediencia canina
- Estrategias para conseguir que tu perro haga lo que quieres
- Cuando surgen problemas en el adiestramiento
Curso de adiestramiento Nivel Básico
- Primera etapa
- Segunda etapa
- Tercera etapa
- Cuarta etapa
- Quinta etapa
Curso de adiestramiento Nivel Medio
Curso de adiestramiento Nivel Avanzado
(Fuente de información www.deperros.org)
Como elegir tu mascota
Yorkshire, Adiestramiento básico canino
Tenencia responsable
Antes de adquirir un perro conviene plantearse lo que ello significa, tanto desde el punto de vista económico, como de la responsabilidad y las obligaciones que hay que asumir para proporcionarle una vida digna y adecuada. La convivencia con un perro exige tiempo, dinero y dedicación diaria durante al menos 12 años, que es la vida media de un perro. Un perro no es un objeto de consumo, es un ser vivo al que hay que educar, alimentar, cuidar, sacar de paseo y, también establecer un vínculo afectivo con él y acompañarlo. Además, condicionará nuestros movimientos en vacaciones y viajes, cambiará la relación con los vecinos, los amigos y la familia y nos obligará a conocer y acatar las normativas vigentes relativas a la tenencia de animales domésticos y de protección animal. Si después de hacer estas reflexiones estás dispuesto a asumir el compromiso… ¡Bienvenido al club!
Existe otro grado más de responsabilidad: el de la “paternidad responsable”. Los refugios acogen a muchos perros «huérfanos» por la desidia de algunos dueños a la hora de controlar la reproducción de sus mascotas que ante partos no deseados se deshacen de esta manera de los cachorros.
Si no nos vamos a dedicar a la cría deberemos tomar una decisión al respecto y, si no podemos controlar sus épocas de celo para evitar los apareamientos fortuitos y sus frutos, es preferible la castración o esterilización, sean machos o hembras.
Comprar o adoptar
La adopción es una alternativa que se extiende y un acto solidario, tanto si se hace directamente en un refugio como si es de la camada de algún amigo o conocido o de la propia calle. En este último caso lo primero es visitar al veterinario para que lo examine, desparasite y vacune; mientras que en los refugios suelen entregar a los animales ya tratados e incluso esterilizados.Si efectuamos su compra en un criadero o tienda especializada podremos elegir una mascota más acorde a nuestras posibilidades o deseos, en cuanto a sexo, edad y raza, así como exigir garantías, registros y certificados, conocer cómo se ha criado el cachorro, cuál ha sido su hábitat, quiénes son sus padres e incluso escogerlo de entre varios de una camada, según la afinidad, comportamiento, vivacidad o sociabilidad que observemos en él.
El Perro Adecuado
Signos de salud
A la hora de elegir nuestro perro, debemos asegurarnos que se encuentra en perfecto estado de salud. Para ello, observaremos que tiene:
– Ojos limpios, claros y brillantes.
– Encías rosadas, sin mal aliento y trufa húmeda y limpia.
– Buen aspecto, limpio y bien alimentado
– Actitud alegre y curiosa, no miedosa ni agresiva y buena reacción frente al ruido.
¿Macho o hembra?
Esta es una cuestión de preferencias personales, aunque en general existe la tendencia a elegir machos. Sin embargo, las hembras suelen ser más cariñosas, obedientes y fieles. Presentan la incomodidad de sus épocas de celo, que se producen dos veces al año, duran unos 20 días y requieren un poco más de atención. Los machos, por su parte, son más independientes y se excitan sexualmente siempre que en los alrededores hay una hembra en celo y, por lo mismo, pueden resultar más agresivos y propensos a las peleas y a las fugas; a su favor tienen el ser mejores guardianes que las hembras.Si queremos dedicarnos a la cría, lo que es preferible dejar en manos de los profesionales, es aconsejable elegir un buen ejemplar de raza, sea macho o hembra, y escoger cuidadosamente la pareja cuando llegue el momento del apareamiento.
¿Cachorro o adulto?
Hacerse con un cachorro de entre 8 y 10 semanas tiene sus ventajas, en cuanto a la fortaleza del vínculo que se establece con él y por la posibilidad de educarlo a nuestra medida; como contrapartida, los cachorros exigen mucha más atención, tiempo, paciencia y cuidados, sobre todo durante el primer año de vida, además de los pequeños destrozos que seguramente causarán en el hogar.Un perro adulto o a partir de siete meses puede parecer a simple vista una opción más cómoda, puesto que ya estará educado en las cuestiones básicas, como hacer sus necesidades durante el paseo y obedecer algunas órdenes, también habrá superado las épocas de riesgo de enfermedades y generalmente contará con las debidas vacunas; aunque siempre existe el riesgo de que el animal tenga vicios de comportamiento difíciles de erradicar y nos cause algún quebradero de cabeza, sobre todo si ha crecido en un ambiente desfavorable.
Elegir la Raza
Aspecto y carácter
Las modas marcan muchas veces las preferencias por una u otra raza de perro; sin embargo el carácter y la salud de un perro son más importantes que su aspecto.
A partir de las ocho semanas de vida es posible vislumbrar su modo de ser e incluso existen test que facilitan la tarea. Hay que tener en cuenta que cada raza tiene unas características propias e incluso propensión a determinados problemas de salud, como pueden ser los relativos a la estructura ósea o a problemas con los ojos. Cada perro, a su vez, tiene unas peculiaridades individuales de las que debemos informarnos, preguntando al propio criador que sabrá orientarnos sobre los cuidados especiales que requiere el nuestro.
No conviene, en cualquier caso, hacer experimentos y anteponer nuestras preferencias a la realidad de la vida cotidiana y si nuestro sueño es tener un podenco o un perro nórdico, por ejemplo, antes habrá que pensar en el espacio para correr que necesita el primero o el clima que requiere el segundo.
Existen más de 400 razas catalogadas de perros: pequeños, como el Yorkshire, uno de los más extendidos en su tamaño, vivaz, muy adaptable a la convivencia y paciente con los niños; grandes, como el clásico Pastor Alemán, buen guardián, valiente y sensible o medianos, como el Cócker, siempre de moda, cariñoso y alegre.Salvo excepciones, los perros de tamaño pequeño son más fáciles y baratos de mantener, viven más años que los grandes y no necesitan demasiado ejercicio diario. Por el contrario los perros grandes son más costosos,necesitan bastante ejercicio y pueden ser buenos guardianes y muy protectores con los niños.Como norma general se elegirá perro pequeño o mediano para vivir en la ciudad o en un piso y siempre perros cuyos cuidados estén en proporción al tiempo libre del que se dispone y de la experiencia en la tenencia de perros. Si se es principiante es mejor no elegir una raza cuya educación, por ejemplo, deba ser muy estricta, como en el caso de los considerados peligrosos o cuyo pelaje requiera constantes cuidados.
Sólo informándonos concienzudamente de las características y necesidades de cada raza podremos acertar con el perro adecuado a nuestro estilo de vida.
La llegada a casa
El equipo necesario
Si se trata de un cachorro, lo ideal es que entre en casa con 8 o 10 semanas de vida y no antes. Para ese momento hay que tener preparado un equipo básico que consistirá en: cama, manta, comedero y bebedero (para comida y agua), collar y correa, cepillo o peine y juguetes adecuados.
Hay muchos tipos de collares y arneses, pero en cualquiera de los dos casos, deberá llevar una placa de identificación o cualquier otro accesorio con la dirección y el teléfono del dueño.
En cuanto a correas también las hay de distintos tipos, extensibles, regulables con mosquetón o sencillas correas fijas, la elección depende del tamaño del perro y de nuestro gusto, pero son de uso obligado en prácticamente todas las localidades.Para la elección de la cama, lo importante es que lo proteja del frío del suelo y tenga las dimensiones suficientes como para que el perro se sienta cómodo en ella. Para los comederos y bebederos (comida y agua), es importante que sean de material pesado, acero ó acrílico por ejemplo, tengan una base antideslizante y tengan el suficiente tamaño para que el perro no derrame fuera el alimento. Por último, cepillos o peines vendrán definidos por el tipo de pelaje, largo o corto, liso o duro, del perro.
Además de los accesorios básicos, hay otros que son de máxima utilidad, como los que se utilizan en el coche, para que el perro viaje más cómodo y seguro, como redes protectoras, rejillas de aireación que se acoplan en las ventanillas o mantas especiales que transforman el asiento posterior en una especie de bañera que impide que ruede o caiga en caso de frenazo.
Principios de convivencia
Su nombre es el primer regalo que le hacemos a nuestro perro y a través del cual él va a reconocer su vínculo con nosotros. El nombre ideal es corto, y debe sonar claro, preferiblemente de dos sílabas y conteniendo las vocales más fuertes : a, o y u. La educación y el adiestramiento en los hábitos de aseo es lo primero que debemos enseñarle a un cachorro, lo que nos llevará alrededor de 6 semanas. Al principio se le sacará después de las comidas y en lo sucesivo, y como norma, deberá salir a la calle a pasear cuatro veces al día,independientemente de las salidas que pueda hacer al jardín, si lo hubiera y por muy espacioso que sea. También, y desde el primer momento de su llegada, el perro contará con un espacio propio para descansar y otro para comer y tendrá vetada la entrada a determinadas habitaciones para evitar destrozos durante el tiempo que permanezca solo en casa, que no debería ser superior a 8 horas. Con cariño, firmeza y constancia debemos aprovechar, desde los primeros meses de vida, su predisposición natural al aprendizaje y a la pertenencia a un grupo. De otro modo será un animal desorientado y problemático.
Instruir jugando
El juego no es algo que hayamos inventado ahora como un tipo de terapia para que el perro no rompa nuestras cosas. El juego responde a su naturaleza social y al instinto de caza. Así, el atrapar una pelota o juguete podría ser el igual a cazar una presa en estado salvaje.
Un perro necesita jugar, ya sea con otros perros, con las personas o con objetos, gracias a los juegos se hacen más hábiles y se vuelven menos destructivos en casa porque gastan energías y se entretienen. Si el perro no juega, lo más probable es que termine con nuestro jardín. El juego es una forma eficaz de establecer los rangos en la casa y de ejercitar su organismo.Una vez que el perro ha aprendido ciertas normas básicas como el «quieto», el «sentado”, el «abajo», el «ven» o el «suelta», nuestro perro estará en condiciones de ser liberado de vez en cuando en un espacio abierto que sea lo suficientemente seguro. El perro agradecerá el poder gastar energías a su gusto con una carrera libre. Nuestra mascota se divertirá mucho con los paseos frecuentes en entornos naturales, lejos de automóviles o zonas que entrañen cierto peligro. Esta es una de las formas de entretenimiento más sanas.
Si jugamos con el perro, por ejemplo tirando una pelota, estaremos reafirmando nuestra autoridad, ya que él sabe que depende de nosotros para que el juego sea entretenido. Si hacemos esta actividad algunos minutos durante el día el perro no necesitará de un paseo tan largo y por lo tanto estaremos ahorrando minutos de nuestro tiempo. Es necesario entregar un juguete en forma permanente al perro, de este modo, cuando nosotros no estemos con él, lo morderá para relajarse, evitando así daños lamentables en nuestros objetos, además de posibles daños a sus encías o muelas por comer cosas indebidas.
El jugar con otros perros también es muy importante. Un perro necesita de la interacción con sus iguales, por eso el acostumbrarlo desde pequeño a ir a un parque a jugar es muy bueno. El perro se socializa, gasta energías y se siente más confiado. Si se tiene más de un perro en casa, puede ser buena idea entregarles juguetes comunes. Deberemos tener presente que en ocasiones puede surgir un conflicto serio por la posesión del juguete, en tal caso lo retiraremos para evitar peleas.
Los juguetes menos apropiados….
• Juguetes que puedan ser cortantes
• Jamás entregar zapatos viejos como un juguete, ya que el perro no entiende si es viejo o no, sólo entiende que es algo de su amo, y a futuro podría hacer lo mismo con un zapato nuevo.
• Objetos que puedan ser tragados, deben ser siempre más grandes que su hocico.
Los juguetes son siempre aconsejables y es que las virtudes son varias: Evitan el uso de piedras que destrozan la dentadura o palos que se astillan con facilidad. Un perro acostumbrado a juguetes no buscará obsesivamente otros utensilios sucios o perjudiciales. El juego de tirar y traer es divertido para ambos y fomenta la obediencia y el vínculo afectivo. Pero atención, el amo siempre debe ser quien guíe el juego, y debe saber ponerle punto final, haciendo que el perro obedezca.
Aprende a decir que «No»
Cuando empezamos a educar a un cachorro una de las palabras más empleadas es “no” y muchas veces la utilizamos de manera incorrecta. Entre las normas básicas destaca la de separar el “no” del nombre del cachorro, ya que este debe quedar asociado siempre a cosas buenas, de tal manera que al oírlo ponga rápidamente su atención en nosotros.
Es importante emplearla en el momento adecuado, dándole la entonación adecuada y para reprenderle. En caso contrario perderá toda su eficacia para educar a nuestro cachorro.
Ha de decirse siempre en tono firme y serio. Muchas veces la forma de decirlo es más importante que la palabra empleada. Si lo reprendes con un tono dulce, con el mismo que empleas para darle mimos no entenderá nada. Tu perro quedará confundido.
No hace falta que repitas varias veces la palabra «no», bastará con una sola vez pero de manera firme y enérgica, no dejes lugar a dudas.
Úsalo en el momento adecuado: di «no» en el momento preciso en que está realizando la conducta que quieres reprimir, sino corres el riesgo de conseguir el efecto contrario.
Tu perro no te querrá menos por regañarlo cuando sea necesario. Todo lo contrario, es frecuente que adoren a aquel que sabe quererlos y reprenderlos cuando hace falta. Nunca se sentirá confuso con esa persona y sabrá distinguir las muestras de cariño y las reprimendas necesarias.
Reeducar a nuestra mascota: cómo corregirlo
Son muchas las personas que se encuentran con el mismo caso; no haber sabido orientar la educación de su mascota en los primeros meses o acoger al perro una vez que ya es mayor y ha pasado el periodo de socialización.Todas las malas costumbres son diferentes según la experiencia concreta del perro, pero en mayor o menor grado son siempre corregibles siguiendo un programa de reeducación. En estos casos es recomendable contar con la ayuda de un especialista que nos oriente sobre las pautas a seguir. Algunas recomendaciones generales serían:
Procura que, aunque aprenda poco a poco, haga algo ordenado por ti. Puedes comenzar a enseñarle a sentarse o echarse, antes de recibir una recompensa verbal o de comida.
Asegúrate que el perro está siempre bajo tu dominio, que te trata como el jefe en casa y en el exterior. Llévalo siempre con correa o una correa larga extensible hasta que exista la certeza de que obedece tus órdenes.
Persevera en estos dos o tres comportamientos básicos, ya que las malas costumbres no se solucionan en dos días. El tiempo medio para aprenderlas es de varias semanas.
En algunos casos el comportamiento del perro puede salir de lo aceptable y constituir un peligro para desconocidos, niños o para nosotros mismos. Si los daños son excesivos o la actitud del perro se vuelve agresiva es imprescindible consultar con un especialista en comportamiento. Él nos dará las soluciones más efectivas.
Conocer su Temperamento
Si escogemos a nuestro perro en una protectora, puede que tenga problemas de conducta debidos a la experiencia del abandono. Con un poco de dedicación la mayoría de estos problemas se pueden solucionar, lo que genera una profunda satisfacción al propietario así como un fuerte vínculo con su nuevo perro. Las devoluciones, provocadas por personas que eligen al perro por su aspecto y no por su temperamento, o que lo valoran como un juguete, afectan al animal en su comportamiento normal. Para estar seguros de cual es el perro ideal según nuestra forma de vida y nuestro propio temperamento es recomendable preguntar al especialista de la tienda o protectora donde lo vamos ha adquirir.