El adiestramiento canino cognitivo emocional es un conjunto de desarrollos teóricos y protocolos de trabajo del adiestrador español Carlos Alfonso López García, que buscan el aprendizaje y ejecución de destrezas en el perro de acuerdo con las siguientes premisas:
- Los perros aprenden y generan conducta mediante una amplia gama de procesos. Centrar las técnicas de trabajo en un subconjunto de estos es limitar las capacidades del perro y los resultados del adiestramiento.
- Debemos diferenciar y manejar según el momento: procesos de aprendizaje de nuevas conductas, gestión de la emoción y de la motivación, procesos de mantenimiento de conductas ya conocidas, modelado de pautas epigenéticas y procesos de aprendizaje experto.
- El perro es capaz de generar conducta mediante motores individuales (también llamados egoístas), que le aportan un beneficio directo como puedan ser los procesos de condicionamiento o los de solución de problemas, pero también pueden motorizar conducta por motivaciones sociales como puedan ser el afecto o la adopción de estrategias de equipo, que además del individual consiguen un beneficio para el grupo social y mejoran la integración armónica del individuo dentro de dicho grupo social, lo que debe ser aprovechado por un trabajo que busque aunar educación y adiestramiento.